Visión externa de la economía chilena
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Expertos internacionales con sede en Estados Unidos consultados por este medio han señalado que parte relevante del proceso de desaceleración que vive la economía chilena se explica, por un lado, por la incertidumbre que genera el proceso de discusión de la reforma tributaria y, por otro, por la falta de incentivos que inviten a seguir invirtiendo en el país.
Así explican a nivel externo el progresivo deterioro de los pronósticos, los cuales han ido perdiendo terreno sostenidamente, siendo los últimos tres Informes de Política Monetaria del Banco Central la constatación más clara de lo anterior.
A este fenómeno se podría añadir como evidencia la revisión que realizaron ayer los máximos representantes de las principales ramas de actividad del país, varios de los cuales ya anticipan comportamientos negativos o nulos para el presente año en sus respectivos sectores.
Si bien hacia el segundo semestre se espera que la baja base de comparación que representa la segunda mitad del año pasado permita que los guarismos de actividad no resulten tan desalentadores, hoy es evidente que la economía requiere con cierta prontitud de más señales que estabilicen la confianza de los agentes económicos. Sería poco previsor y más bien reactivo y hasta tardío que se espere a que los números arrojen datos más deprimidos para que se comience a actuar. En materia de comportamiento de los inversionistas y consumidores no hay grandes misterios y nadie discutirá que ante la incertidumbre la reacción natural es la que hoy se observa y que, por el contrario, en un cuadro de oportunidades las decisiones se activarán en busca de capturar beneficios y bienestar.