Uno de los varios aspectos relevantes relacionados con la discusión sobre la creciente y cada vez más diversa inmigración a nuestro país es el límite de 15% que rige hasta hoy en la legislación laboral para la contratación de extranjeros.
Para el sector privado es un asunto de crucial relevancia, ya que tiene que ver con la flexibilidad para elegir a las personas más idóneas para desempeñarse en los distintos sectores económicos. Los empresarios, según han dicho sus representantes gremiales, están interesados en participar en el debate de un cambio en esta materia, uno que la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, ya admitió que está en su agenda.
Aunque existe bastante acuerdo en que los inmigrantes son un aporte a la cultura, la sociedad y la economía chilena, una modificación legal para eliminar o flexibilizar este sistema de cuotas conlleva desafíos, como lograr que la burocracia asociada a ella sea la menos posible. Esto es particularmente importante en sectores como la agricultura, en el que el trabajo por temporadas es vital.
Un elemento que ha relevado la construcción es que es absurdo dejar entrar a los extranjeros al país, entregarles la documentación legal exigida para trabajar y luego poner trabas a su desarrollo laboral.