Editorial

Riesgos de la licitación del stock de afiliados

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Uno de los puntos en que hubo consenso en la mesa técnica de pensiones fue en abordar el déficit de competencia que exhibe la industria previsional, argumentada en la inercia con que actúan los afiliados frente a diferencias en los cobros de comisiones, problema en que los distintos expertos no tienen una única visión sobre cuál es el mecanismo para abordarlo de la mejor manera.

El proyecto de pensiones del Ejecutivo busca enfrentar esta situación a través de un mecanismo de licitación de afiliados antiguos, que podría generar menores comisiones para este grupo. Sin embargo, la propuesta tiene complejidades, siendo la más importante la necesidad de traspasar de un administrador a otro un stock elevado de activos financieros. Aunque este traspaso no presenta problemas cuando se trata de activos líquidos, con precios de mercado transparentes, en el mercado financiero han advertido que no ocurre los mismo para otra clase de activos, como los alternativos o los derivados.

La propuesta puede terminar afectando la rentabilidad de los fondos, algo mucho más relevante en las futuras pensiones que el valor de las comisiones.

Esto es clave, ya que un segundo aspecto que genera amplio consenso técnico es la necesidad de cambiar la política de inversiones de los fondos, hacia una de activos de mayor retorno, pero lo que hoy implica que las administradoras pongan sus fichas en instrumentos de menor liquidez, como los activos alternativos, que a largo plazo generan retornos más altos.

Uno de los riesgos que se advierte es que, frente a licitaciones habituales de stock de afiliados, esas inversiones no se realicen, afectando la rentabilidad de los fondos, lo que ya ha comenzado a encender alertas entre parlamentarios de oposición, quienes dudan sobre la real efectividad de esta medida para subir las pensiones, que es el objetivo que se plantea con la reforma.

Así, parece prudente analizar propuestas alternativas que permitan una mayor competencia. Una opción que se ha levantado en el marco de la discusión en la Comisión del Trabajo del Senado es un esquema de comisión mixta, donde exista un cobro fijo sobre el ingreso imponible y luego uno variable en función de la rentabilidad.

Más allá de los argumentos técnicos que esgrimen detractores y defensores de una alternativa u otra, la diferencia de hasta tres veces en términos de las comisiones entre la AFP más barata y la más cara es una fuente de preocupación entre los actores del mundo político que debaten los cambios al sistema previsional. Y si bien las posiciones en torno a los mecanismos para bajar los precios en la industria aún parecen estar alejadas, es posible apreciar una mayor atención en la rentabilidad de los fondos, algo mucho más relevante en las futuras pensiones que el valor de la comisiones de administración, que afectan el nivel del sueldo líquido, pero no el monto de la jubilación.

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