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Alto contrasteEn días recientes se han dado a conocer los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) 2016, información que no sólo es de altísimo interés particular para los estudiantes y sus familias, sino que constituye un valioso conjunto de antecedentes para valorar el estado de cosas en materia educacional en el país, así como los avances y retrocesos que se pueden estar verificando en este ámbito en varias dimensiones, especialmente en materia de género, tipos de establecimientos y condiciones socioeconómicas de los alumnos.
A trazos gruesos, dos de las principales constataciones que permiten esbozar los antecedentes disponibles es el nulo avance en la corrección de los crónicos problemas de asimetría entre establecimientos particulares y los particulares subvencionados y municipales; y el alto precio que han debido pagar en materia de resultados los estudiantes de los llamados establecimientos emblemáticos, quienes producto de las recurrentes movilizaciones y tomas siguen perdiendo posiciones a nivel nacional.
El conjunto de información que aporta esta PSU debe invitar a una reflexión profunda, sobre todo respecto de las estrategias seguidas en los últimos años y sus nulos resultados.
