Nulo crecimiento en septiembre, más que un evento puntual
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Lejos de las proyecciones más pesimistas, el Banco Central reportó que la economía no creció en 12 meses a septiembre y, peor aún, que la, la variación desestacionalizada con respecto a agosto cayó en 0,8%. El desempeño no solo sorprendió al mercado, sino que llevó al ministro de Hacienda a reconocer que la actividad fue “decepcionante” y a sincerar que el 2,6% de crecimiento que proyectaba la cartera para 2024 “ya no se va a cumplir”.
Al analizar el Imacec no minero, el resultado no fue muy distinto, con un incremento de 0,3% en 12 meses y una baja de 0,5% con respecto al mes previo, en donde el efecto del feriado de Fiestas Patrias y el cese de la producción de Huachipato ya estaba incorporado en las estimaciones.
Aunque el último Imacec fue una sorpresa, la tendencia desestacionalizada mostraba un cambio de ritmo desde mediados de año.
Con estos resultados preliminares, el tercer trimestre habría tenido una expansión de 2,2% y el crecimiento anualizado al noveno mes del año habría llegado a solo 1,6%, lo que podría empinarse a 2,2% al cierre de 2024, en la medida que la cifra del cuarto trimestre bordee el 2,4%, lo que es alto para el rendimiento actual de la economía chilena.
En su IPoM de septiembre, el Banco Central proyectó un intervalo de crecimiento para 2024 entre 2,25% y 2,75%. Con las actuales cifras, esto implica que el resultado final de la economía se ubicará en el piso de esas estimaciones y cada vez más lejos del cálculo que ya desechó Hacienda.
Sin embargo, y aun siendo el Imacec de septiembre una sorpresa, la tendencia desestacionalizada ya mostraba un cambio de ritmo desde mediados de año. Y aunque la minería logró levantar el resultado por algunos meses -principalmente gracias a Quebrada Blanca II y la mayor producción de litio-, la encuesta de expectativas económicas del Banco Central reflejaba un recorte en las proyecciones de 2024 desde julio pasado.
Este creciente estancamiento es consistente, además, con las cifras que exhibe el mercado del trabajo, donde la cantidad de ocupados crece a un ritmo paulatinamente menor. En la última medición del trimestre julio-septiembre anotó un alza de solo 2,4%, equivalente a 220 mil nuevos empleos, mientras que a fines de año pasado, el aumento alcanzó a 3,8%, con 343 mil nuevos ocupados.
Desde una perspectiva de más largo plazo, es igualmente preocupante que la advertencia del Banco Central en su último IPoM sobre el crecimiento tendencial para la próxima década no haya sido acogida con la urgencia requerida por el actual Gobierno. Aunque se anuncian medidas administrativas y legislativas para promover la inversión, por otro lado se paralizan o desechan proyectos por razones, aparentemente, arbitrarias. Es de esperar, que la señal de alerta que levanta el resultado de septiembre impulse un mayor reconocimiento a la relevancia del crecimiento y de las decisiones para revertir la tendencia actual.