Las autoridades e inversionistas están siguiendo con atención la señales de la Reserva Federal sobre cómo y cuándo irá retirando las medidas de estímulo económico. Y aunque el banco central de EEUU ha sido enfático en señalar que no se apresurará, para evitar una recaída de la economía, lo cierto es que el mercado ya comenzó a hacer sus ajustes.
Las bolsas mundiales, que venían marcado máximos históricos en algunos mercados desarrollados como EEUU y Alemania, han visto un aumento en la volatilidad, y en plazas emergentes que habían visto un negativo comienzo de año, las caídas se han profundizado.
El impacto en las acciones aún está en duda, ya que el impulso que la Fed daba a los índice sería reemplazado por datos concretos de mejoras en la economía, como recuperación del empleo y aumentos en el valor de las viviendas.
Pero donde ya se notan claramente los ajustes es en el mercado de bonos, donde la mayor parte del auge de los últimos años se basó en la enorme liquidez inyectada por la Fed.
A pocas semanas del anuncio de un giro en la política monetaria, los costos de endeudamiento para las empresas y los gobiernos han aumentado rápidamente.