En su Informe de Estabilidad Financiera correspondiente al primer semestre, el Banco Central ha presentado un panorama similar al del documento anterior, con un entorno externo en que la política monetaria de los países desarrollados continúa siendo expansiva, mientras que en el ámbito local se mantiene una nota de cautela respecto de la situación del sector corporativo, con un endeudamiento que alcanzó 114% medido sobre PIB.
En este contexto, el análisis del instituto emisor ha destacado el dinamismo en el mercado inmobiliario residencial, con precios que siguen en aumento, fenónemo que atribuye probablemente a la moderación de los costos de producción y a un adelantamiento de las compras previo a la entrada en vigencia de la reforma tributaria, ya que a partir del próximo año la venta habitual de viviendas será gravada con el pago del IVA. En este punto, es interesante analizar cuál sería el comportamiento de las ventas residenciales descontando el efecto tributario.
En la otra vereda se encuentra el mercado de oficinas, donde la tasa de vacancias ha seguido aumentando de la mano de una menor demanda corporativa asociada al ciclo económico y la mayor disponibilidad de metros cuadrados.