Un amplio abanico de entidades gremiales del mundo del emprendimiento, las pymes y las grandes empresas dio ayer una potente señal de unidad con el propósito de hacer oír su voz en momentos en que se debate la reforma laboral.
En el contexto de una jornada de reflexión, las entidades congregadas enfatizaron que su inspiración no es oponerse a la discusión de cambios legales, sino que invitar a un diálogo constructivo en donde todos los involucrados puedan hacer su aporte para lograr un marco legal que dé cuenta de los desafíos futuros del país.
No sin preocupación por la poca acogida que han recibido hasta ahora sus planteamientos y porque parte importante de la discusión ha progresado en un eje relativamente anacrónico respecto de los dilemas productivos actuales, los actores presentes hicieron un vehemente llamado, que tuvo expresión además en la forma de un video, a abrir el debate y a dar cuenta de la urgente necesidad del mundo productivo de contar con espacios de flexibilidad para adaptarse a un mundo que progresa y cambia a tasas sin precedentes.
Si algo ha quedado en evidencia en los últimos años es que tanto la economía como los negocios están evolucionando de manera acelerada y que la capacidad de supervivencia de las empresas y de las naciones está correlacionada con no rigidizar su capacidad de adaptación. Lo anterior nada tiene que ver con debilitar derechos, sino que con buscar espacios que permita hacer realidad algo que es evidente, a saber, que en toda organización productiva hay una comunión de intereses que solo es posible a partir del éxito y supervivencia de la misma.