Como era de esperar, un unánime eco en el sector privado tuvieron las palabras del presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, quien al exponer el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio ante el Senado ha hecho hincapié en el impacto que ha tenido, y que puede seguir teniendo, el deterioro de la confianza de consumidores y empresas sobre la reactivación del crecimiento económico.
Como se recordará, el IPoM ha dado cuenta que la recuperación de la economía en la segunda parte del año supone una mejora relevante de los índices de confianza, lo que hasta ahora no ha ocurrido, como ha detallado Vergara en su intervención ante los parlamentarios.
La situación es aún más inquietante si se considera, como también se explicitó en la presentación del informe, que tanto la política fiscal, a través de un mayor gasto público, como la monetaria, con un nivel de tasas claramente expansivo, ya han hecho su aporte, y no hay más espacio relevante para ambas.
Vergara, coincidiendo con el análisis de expertos y empresarios, ha puesto el acento en que para retomar el crecimiento es imprescindible procurar un ambiente que permita recuperar la inversión. Recobrar las confianzas se convierte así es un imperativo.
El presidente del Banco Central también ha destacado la importancia que en este escenario tiene la incertidumbre generada por las profundas reformas que promueve el Ejecutivo. Zanjar las discusiones aún abiertas y buscar los más amplios consensos son caminos deseables y posibles para enmendar el rumbo y responder en forma satisfactoria el desafío de reactivar la inversión y el crecimiento.