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Alto contrasteHa sido tradicionalmente el motor del crecimiento en la mayor economía del mundo. El gasto de los consumidores representa más de dos tercios del PIB de Estados Unidos. Y hasta ahora, era la pieza que faltaba para que la recuperación se consolide.
Pero finalmente los hogares en la potencia norteamericana están dando señales de que están dejando atrás la cautela y están volviendo a gastar.
El desempleo se mantiene cerca de un mínimo histórico, los ingresos vienen creciendo en forma moderada pero constante, y el valor de las gasolinas, un ítem importante en el presupuesto familiar, ha disminuido debido a la caída en el precio del petróleo y el auge del shale gas. Esto ha dejado un mayor nivel de ingreso disponible para los estadounidenses, pero hasta ahora, la mayor parte de los consumidores estaba destinando la mayor parte de ese saldo a incrementar los ahorros, en vez de gastar.
Eso, hasta hace poco, porque el Departamento de Comercio informó la semana pasada que el gasto de los consumidores anotó en mayo su mayor avance en seis años.
Estas últimas cifras, que se suman a otros indicios, apuntan a que la economía finalmente repuntó en el segundo trimestre.
