De acuerdo con economistas consultados por este diario, en el segundo trimestre varios sectores productivos no han conseguido levantar cabeza tras el freno que ha marcado a la actividad, mientras que la inversión tampoco ha logrado exhibir un repunte, lo que permitiría anticipar que el crecimiento del PIB bordearía el 2% entre abril y junio, confirmando lo persistente de una debilidad que día a día parece sumar preocupaciones en los círculos económicos y políticos, incluso de la propia coalición en el poder.
Según los especialistas, la pérdida de dinamismo que han mostrado los distintos sectores económicos se ha acentuado más después del primer trimestre, a lo que se debe sumar los efectos tras los aluviones de fines de marzo en la zona norte, el paro de aduanas en mayo o la reciente emergencia ambiental que obligó a paralizar industrias en la Región Metropolitana.
De hecho, tampoco se anticipa que cambie en mucho la situación en la segunda mitad del año, ya que más bien los indicadores serían favorecidos por una menor base de comparación del segundo semestre de 2014, por lo que la necesidad de que las autoridades reinyecten ánimo y reanimen las inversiones se mantiene plenamente vigente.