Construcción: mal pronóstico

De acuerdo a las últimas proyecciones del Banco Central, la economía chilena crecería en un rango de 1,5% a 2,5% anual el 2017, con una inversión fija apenas revirtiendo la caída de 0,6% estimada para este año, al proyectarse un incremento de 0,7% anual. Lo anterior no resulta sorprendente a la luz de las malas perspectivas que presenta la construcción, sector responsable de más del 60% de la inversión fija en el país.

El crecimiento del sector construcción ha mostrado una sostenida baja desde el tercer trimestre del año 2015. A ello se suma una persistente caída de la superficie aprobada para la edificación de viviendas y no viviendas. Lo anterior lleva a prever un futuro poco auspicioso. De hecho, la Cámara Chilena de la Construcción estimó recientemente en su escenario base una caída de 0,1% anual de la actividad para el 2017, impulsada principalmente por un menor dinamismo del área de infraestructura productiva. Ello tiene un efecto directo en el mercado laboral, que durante todo el 2016 resintió la reducción de la generación de puestos de empleo en la construcción, lo que probablemente se extenderá hacia el próximo año.

El ciclo a la baja que ya inició el sector construcción ciertamente se ha visto exacerbado por la ralentización de la economía, pero también por decisiones políticas que han tenido importantes costos. Entre ellas se cuenta el término del beneficio tributario aprobado con la reforma tributaria, la postergación de los proyectos concesionables y los cambios en los planes reguladores, entre otros. Más temprano que tarde estas decisiones se harían sentir en el desarrollo productivo.