Ha transcurrido un año desde la publicación de la Agenda de Energía, la que comprometió una serie de medidas destinadas a dinamizar el sector energético y reducir los costos de la electricidad. La evaluación ha sido en general positiva, reconociéndose el liderazgo ejercido por el ministro Máximo Pacheco.
Entre los logros alcanzados destaca el buen resultado obtenido en la licitación para el suministro de energía eléctrica para clientes regulados y la aprobación del proyecto de ley que modifica estos procesos de licitación, lo que introdujo algunos perfeccionamientos, aunque también otorgó atribuciones bastante amplias al Estado. Por su parte, el Ministerio de Energía ha desarrollado procesos participativos para la formulación de la política sectorial y ha apoyado la concreción de importantes proyectos de generación y transmisión (entre ellos, la interconexión de los dos principales sistemas eléctricos).
Entre las medidas más discutibles, en cambio, se encuentra el ingreso del proyecto de ley que amplía el objeto social de Enap para incursionar en el negocio eléctrico, lo que no parece la solución más adecuada para resolver las necesidades energéticas del país. Otro tema que ha levantado críticas es el proyecto de ley ingresado por el Ejecutivo para regular el mercado del gas de red, que incluso recibió objeciones por parte del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y fue informado desfavorablemente por la Corte Suprema.
Para el segundo año, se espera que la Agenda priorice los proyectos de ley de asociatividad, transmisión eléctrica y eficiencia energética. Habrá que esperar para evaluar las propuestas en estas materias.