Como consecuencia del inminente inicio del retiro del estímulo monetario no convencional en EEUU, las tasas de interés de los bonos del tesoro americano a diez años han subido cerca de 130 puntos base desde los mínimos registrados a mediados de 2012. Si bien es una opinión de consenso que estas tasas continuarán subiendo el próximo año, desconocemos la magnitud y la velocidad de este ajuste, el cual dependerá, entre otros factores, del ritmo de la recuperación de la economía de EEUU. Los contratos futuros consideran para fines de 2014 alzas adicionales de 45 puntos base en dicha tasa, pero en opinión de BBVA Research, el incremento podría ser mayor.
¿Cómo afecta esto a la economía chilena? Las tasas de interés de los instrumentos benchmark de largo plazo en pesos se mueven en promedio en la misma dirección que las tasas del bono del tesoro de EEUU, con un coeficiente de traspaso que es inferior a uno. Así, el aumento esperado de las tasas de interés internacionales presionará al alza a las tasas de interés de largo plazo en Chile.
Un argumento que se podría dar en contra de este planteamiento es que el Banco Central recortará la tasa de política monetaria el próximo año, lo que pondría una presión bajista sobre las tasas largas en pesos. Sin embargo, esta aseveración debe ser matizada por dos razones. Por un lado, en un mercado eficiente, son solo las sorpresas de la política monetaria y no los recortes esperados de la TPM los que inciden en la evolución de las tasas de interés de largo plazo. Es decir, la única forma de que la política monetaria inyecte una presión bajista sobre las tasas largas el próximo año es que el Banco Central sorprenda al mercado con recortes de la TPM más allá del 4,25% incorporado en los precios de los activos. Por otro lado, la evidencia muestra que los impactos de estas sorpresas en la conducción en la política monetaria sobre las tasas largas son acotados. En efecto, una sorpresa de 100 puntos base en la TPM incide en la tasa del bono a diez años en menos de 15 puntos base.
En suma, el impacto que tendrá el alza de las tasas de interés internacionales en las tasas locales depende de una serie de factores sobre los cuales existe un grado relevante de incertidumbre, que abarcan desde la magnitud del aumento de los rendimientos externos hasta la evolución de la TPM en Chile. Sin embargo, bajo diversos supuestos, el resultado más probable es uno en que las tasas de interés de largo plazo en pesos subirán el próximo año, aún con recortes de la TPM mayores a los implícitos en las expectativas de mercado, no descartándose que el rendimiento del BCP-10 pueda alcanzar niveles cercanos a 6% hacia fines de 2014.
Este escenario plantea un desafío importante para la conducción de la política monetaria. Dado el contexto de bajo crecimiento e inflación contenida previsto para el próximo año, el Banco Central deberá buscar consistencia entre el estímulo monetario adicional y su transmisión a la curva de tasas de interés en todos sus plazos, con particular preocupación por los plazos más largos, relevantes para las decisiones de inversión.