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Se nos apareció el 2017

Pablo Longueira Ex ministro de Economía

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Pablo Longueira

Hace unos días, una columna de mi amigo Francisco Vidal, ex ministro de la desaparecida Concertación, -titulada "Eyzaguirre, la CEP y el 2017"- vinculaba el reciente "mea culpa" del ministro secretario general de la Presidencia y la encuesta del Centro de Estudios Públicos, poniendo especial atención en la evaluación positiva de diversos liderazgos nacionales y su proyección al 2017.

A partir de esos dos hechos, terminó concluyendo... "pensando en el 2017, aunque es mucho tiempo, el principal problema para la Nueva Mayoría, dicho en términos positivos, se llama Marco Enríquez-Ominami, la figura mejor evaluada nacionalmente. Debemos aprender de la historia. Ese liderazgo debe competir en las primarias de la NM, y no marginarlo; si se lo margina, el riesgo es repetir la historia del 2009, en que la división en primera vuelta de las candidaturas democrático-progresistas permitió el triunfo del candidato de derecha en primera y segunda vuelta. No volvamos a cometer ese error".

Parafraseando un famoso spot televisivo, "se nos apareció el 2017".

Así es. Con las encuestas de evaluación de la Presidenta y del gobierno en el piso y con cambios de gabinete y meas culpas que no logran enmendar el rumbo del gobierno en las reformas emblemáticas en que está embarcado -que también cuentan con un amplio rechazo ciudadano-, es natural que la gente empiece a pensar en el post-Bachelet II. ¿Qué viene después? Es por eso que basta que un presidenciable abra la boca o que se aproxime a La Moneda para que se interprete como parte de su posicionamiento presidencial. Esto se irá acentuando crecientemente. El adelanto presidencial llena un vacío que se observa hoy, el temor a que venga algo peor. La gente quiere saber si el país volverá a los gobiernos moderados de centro izquierda, como los de la Concertación, o de una derecha moderna, como el de la Alianza, o se inclinará por seguir radicalizando el proceso actual.

¿Porqué cito a Pancho? Porque me recordó mi columna de agosto del año pasado -"La Carrera Presidencial"- publicada en este medio: ya antes de la entrevista de Eyzaguirre y del resultado del CEP era obvio que el principal problema para la Nueva Mayoría, dicho en términos positivos (o negativos), se llama Marcos Enríquez-Ominami, como deduce ahora Vidal.

En ella planteaba que si la NM hace primarias para tener un candidato único en primera vuelta la estrategia del MEO era exactamente opuesta a la de Andrés Velasco. Ello, pues Marco poco o nada tiene que hacer corriendo nuevamente fuera de la NM. Tiene que entrar como sea a la primaria, él sabe que quien triunfe ahí pasa a la segunda vuelta. Este es el gran problema de la Concertación con la NM. Los de la Concertación no quieren que entre, pero sí los de la NM. Finalmente concluía diciendo que "MEO obtuvo la primera vez, cuando Eduardo Frei fue el candidato de la Concertación, un 20,14%, pasando el ex Presidente al balotaje con el 29,60%... Ese fue su mejor escenario presidencial y le fue mal. En la última elección bajó al 10,99%. MEO tiene claro que la probabilidad de que alguien del mundo de izquierda gane nuevamente la primaria de la NM es muy alta y, por tanto, no tiene otro camino que volver al nido donde nació".

Estoy de acuerdo con Pancho: el mayor problema para la NM (aunque sea dicho en términos positivos) es Marco Enríquez-Ominami. ¿Porqué es un problema? Porque le gana la primaria de la NM a todos. Si fuera Isabel Allende, un pepedé, un decé, la gana sin problemas. Si no tuviera opciones de ganarla, no sería un problema.

¿En qué se equivoca profundamente? Si él le asigna tanta importancia a que el triunfo de Piñera el 2009 haya ocurrido porque Marco compitiera por fuera, ahora ocurre exactamente lo contrario. El mejor candidato en segunda vuelta para que Piñera vuelva a La Moneda es el MEO dueño y señor de la NM, terminando de sepultar lo que queda de la Concertación.

Me resisto a creer que una coalición tan exitosa como la Concertación se entregará tan fácilmente al principal díscolo que salió de sus filas. La candidatura del MEO en la NM es una derrota y un fracaso político de toda una generación. Con su columna Vidal solo logra impedir una eventual candidatura de Lagos, ya que este jamás participaría en una primaría con MEO.

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