Reforma tributaria: una propuesta constructiva

LEONARDO BESOAÍN Y HELMUT FRANKEN

El rechazo a la idea de legislar el proyecto de Reforma Tributaria en la Cámara Baja hace dos semanas, además de ser un traspié durísimo para el Gobierno, también da cuenta de una mala institucionalidad en términos de la política tributaria. Para diseñar un sistema de recaudación fiscal que impulse el desarrollo económico y social sostenible, y que cuente con un amplio respaldo público, es esencial valorar con detenimiento las propuestas de reforma tributaria, analizarlas cuantitativamente y debatirlas abiertamente.

El Ejecutivo está mejor equipado para esta tarea si cuenta con el respaldo de una institución conocida como Unidad de Política Tributaria (UPT), cuya función es orientar e informar el debate sobre política tributaria, con base en información, análisis independiente de datos y esfuerzos multidisciplinarios. Esta es una de las principales recomendaciones en materia de institucionalidad de política tributaria que promueve el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su rol de asistencia técnica.

Las UPT juegan un papel fundamental en la orientación de reformas a la política tributaria, contribuyendo con un análisis objetivo de las opciones disponibles. En otras palabras, debe ser capaz de explicar la razón económica y la intención detrás de los cambios en la política y la legislación tributaria que se están proponiendo, sin sesgos ideológicos.

“El proceso de diálogo propuesto por el ministro Marcel requiere de tiempos razonables. Eso abre una oportunidad de seguir el consejo del FMI sobre montar una Unidad de Política Tributaria (UPT) que limite el espacio a la especulación sobre el impacto de la reforma”.

Las UPT también realizan análisis cuantitativos y cualitativos de proyección de ingresos y de los gastos fiscales, contribuyendo al proceso presupuestario de manera rigurosa, sistemática y basada en metodologías transparentes y actualizadas. Otros focos pertinentes de análisis a los cuales puede contribuir una UPT son las implicaciones sobre variables macroeconómicas (empleo, inversión, crecimiento, etc.) y sobre la distribución del ingreso.

Desde el punto de vista de su gobernanza, la UPT se podría establecer con un significativo grado de autonomía del Poder Ejecutivo, siguiendo los modelos del Banco Central o el Consejo Fiscal Autónomo. En cuanto a su dotación de personal, esta debe ser interdisciplinaria, y, en términos de cantidad, habría que establecerla en base a la experiencia internacional, ya que la varianza es bastante en los distintos países que cuentan con una UPT.

El proceso de diálogo propuesto por el ministro Marcel para lograr un gran pacto tributario requiere de tiempos razonables. Esto abre la oportunidad de tomar en cuenta la recomendación técnica del FMI de montar una UPT que limite el espacio a la especulación de los distintos actores de interés respecto del impacto económico que tendrían las modificaciones propuestas, no sólo para los contribuyentes, sino para el escenario económico futuro del país.

Este elemento es clave para llegar a buen puerto al momento de ser sometida a votación en el poder legislativo una nueva propuesta de Reforma Tributaria.