Más Trump menos Hillary

Rafael Mies

Después de casi dos meses viviendo en California empiezo a entender porque día a día Trump sube en las encuestas mientras Hillary lentamente se va desdibujando. En efecto, los fríos números muestran como Hillary Clinton ha ido perdiendo apoyo al punto de poner un importante signo de interrogación a su posibilidad de ser la primera mujer en ocupar el sillón del salón oval en la Casa Blanca.

Si bien, cuando deje Chile hace un par de meses, Trump seguía siendo para muchos un personaje de caricatura o a lo más un “rostro” de los reallity sin ninguna posibilidad política seria, hoy gana más y más adeptos inclusos en las minorías étnicas y latinas a quienes su discurso parece fustigar.

¿Cómo se puede explicar este fenómeno? Si hay algo que he aprendido en estos pocos meses viviendo acá es que en general la cultura americana se asienta sobre unos principios de simpleza y pragmatismo notables.

Los temas que ocupan la agenda diaria son aquellos que directamente se relacionan con la calidad de vida de los ciudadanos y los problemas de las comunidades locales que conforman el entramado social de este inmenso país.

Son muy pocos a los que realmente les interesa en algo los “asuntos ideológicos del partido” y claramente no son ellos, ni los postulados de su partido, los que definen la agenda ni menos quienes harán ganar la elección presidencial de los Estados Unidos.

Ahora bien, ¿cuáles son aquellos problemas que ocupan al electorado americano? La respuesta es los de siempre: salud, educación, seguridad. (Los mismos que tenemos en Chile).

Sin embargo, la aproximación de ambos candidatos está siendo muy distinta. Mientras Hillary parece moverse a la altura de grandes postulados con características más ideológicas: “Queremos una sociedad más inclusiva”, “Queremos Salud Publica al alcance de todos” etc. Trump ha sido mucho más concreto: “Controlaremos la seguridad fronteriza con un muro...”, haremos un programa de salud gratuito para niños...” etc.

Es el carácter pragmático y desideologizado del discurso de Trump el que está captando la simpatía de muchos electores.

Al igual que en Perú, Argentina y Venezuela, la gente parece estar cansada de recetas mágicas provenientes de un partido o corriente política y apuesta sus votos a un estilo de liderazgo mucho más simple y efectivo, capaz de hacerse cargo de los desafíos reales de los ciudadanos.

Esto debiera ser una gran lección para nuestro país que también esta lanzado en su carrera presidencial, seguramente el fenómeno Trump que hoy vive Estados Unidos explica el gran nivel de desaprobación de un gobierno que ha hecho de la ideología de izquierda su agenda ciudadana y seguramente nuestro futuro presidente tendrá también mucho más de Trump y menos de Hillary.