Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

Mercados abiertos y competitivos: el rol cooperativo

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 9 de octubre de 2013 a las 05:00 hrs.

Estamos de acuerdo en que el título de esta columna, en principio, no merece mayores comentarios. Muchos de nosotros coincidimos en que los mercados deben ser abiertos, competitivos y transparentes, de manera que las transacciones que alberga, o permite la plaza, se realicen en un ambiente de confianza.
También estamos de acuerdo en que los ciudadanos, en su papel de tales, productores, consumidores, inversionistas, empleadores y colaboradores, lleven a cabo sus negocios y actividades libremente, gobernados por regulaciones prudentes, fruto de políticas públicas correctas, conocidas y ejerciendo el Estado su tarea de fiscalización, tan relevante como crecientemente indispensable.
Sin embargo, no siempre lo que parece obvio realmente lo es.
La evidencia empírica revela que en los mercados financieros, como en otros rubros de la producción y el comercio, las cooperativas han jugado una rol clave. Así ha sido en Chile, y así lo prueba el éxito de este movimiento en países como Estados Unidos y Europa, naciones en las que no existe tanta concentración económica y en las que más bien se da una suerte de capitalismo popular, bastante desarrollado, en donde el cooperativismo cumple con total rigurosidad el principio de un socio igual a un voto.
Asimismo, la ley de cooperativas, junto con definirlas como asociaciones sujetas al principio de la ayuda mutua, llevan a cabo las más diversas actividades económicas. Están, por ejemplo, en el mercado financiero, en el habitacional, en la generación y distribución eléctrica, en la producción de lácteos, piscos y jugos.
Hasta aquí, todo bien...
No obstante, y muy a nuestro pesar, en el mundo de las cooperativas todavía hay actividades que les están vetadas, por ejemplo, no pueden constituir bancos, ni AFP, ni compañías de seguros, tres actividades que legalmente sólo pueden llevar a cabo las sociedades anónimas. Ello resulta inexplicable a estas alturas del tiempo. Sobre todo tomando en cuenta cuánto han evolucionado los mercados y las instituciones. Por lo mismo, creemos que este tema debiera abordarse en futuros cambios legislativos, no sólo  para derribar barreras de acceso, sino también para producir más competencia.
Cabe señalar que los bancos y otras instituciones de esta índole, controlados por conglomerados financieros, internos o externos, abordan hoy día diferentes giros como los señalados, por la vía de sus matrices en Chile y/o en el extranjero, función que a las cooperativas no les es posible realizar, quedando, entonces, fuera de esta línea de negocios, sin razón alguna que lo justifique.
Esperamos que en un futuro cercano, las entidades que conforman el mundo cooperativo puedan llevar a cabo actividades como la administración de fondos de pensiones, bancarias en toda su amplitud y aseguradoras, por nombrar algunas, que puedan funcionar correctamente, traspasando al mercado todos los beneficios del modelo asociativo. Siempre, claro está, sometidas a la supervigilancia de la autoridad y a las normas regulatorias de cada caso. Tal como sucede con las actuales sociedades.

Te recomendamos