El enriquecimiento de la familia hacia el trabajo
María José Bosch Directora del Centro de Trabajo y Familia ESE Business School UAndes
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María José Bosch
Muchas veces se habla de estrategias para manejar el trabajo en la emergencia sanitaria. Sin embargo, es necesario reevaluar cómo nos enfrentamos a esta nueva forma de trabajar. Las políticas que se han implementado han sido forzadas por las medidas sanitarias impuestas por los gobiernos de cada país y no como políticas laborales que tienen por objetivo otorgar flexibilidad espacial para potenciar la conciliación trabajo-familia, la retención de talentos e incluso aumentar la productividad.
Existen varias otras anomalías que no permiten analizar las actuales modalidades de trabajo como algo común. Por ejemplo, el teletrabajo ha borrado las barreras entre trabajo y familia, lo que despertado interés en las interacciones que existen entre ellos. Lo más común es centrarse en el conflicto, que explica que los roles laboral y familiares de las personas están en constante competencia por recursos de energía y tiempo.
Pero existe otro enfoque igualmente importante que es el enriquecimiento, que se refiere a que la participación simultánea en roles familiares y laborales también puede traer consecuencias positivas para la vida de la persona y las organizaciones en las que se desenvuelve. Durante la pandemia el conflicto entre trabajo y familia es evidente, sumado al nivel de incertidumbre, aislamiento social y elevada carga emocional. También, durante este periodo todos los servicios auxiliares de cuidado —tales como, colegios, jardines infantiles, salas cuna y centros días para adultos mayores— permanecen cerrados, lo cual aumenta la demanda por tiempo, aspecto importante del conflicto entre trabajo y familia.
Podríamos concentrarnos sólo en el conflicto y ver a la familia como una carga o ver sólo los datos que reportan que las personas con hijos muestran mayores niveles de estrés. Pero estaríamos mirando un solo lado. Lo interesante es que la interacción entre trabajo y familia, incluso en pandemia, tiene efectos positivos de enriquecimiento y puede ser importante para la continuidad operacional de las empresas.
En los datos que hemos recogido desde marzo midiendo los impactos del trabajo remoto en tiempos de COVID-19 desde los centros de Trabajo y Familia del IESE y ESE, hemos encontrado que los hombres y mujeres con hijos han sufrido un 30% más de interferencias entre familia y trabajo, como también que las personas con posiciones de liderazgo con hijos son las que reportan mayores niveles de estrés. Por otra parte, son las personas con hijos las que han reportado mayores niveles de vitalidad, mejores niveles de sueño y menores sentimientos de soledad y aislamiento, que impactan positivamente nuestro desempeño laboral.
El conflicto y el enriquecimiento trabajo-familia son dos caras de la misma moneda. La pandemia ha hecho evidente el conflicto entre la familia y el trabajo, pero puede ser que la mejor forma de sobrellevar la incertidumbre que enfrentamos y nos enfoquemos en sacar adelante las organizaciones, sea justamente enfocarnos en los efectos positivos que la familia produce en el trabajo.