La marcha de la Economía
La economía chilena está marchando bien, las estimaciones indican que el país crecerá cerca de 6,5% durante 2011, después...
- T+
- T-
Luis Larraín
La economía chilena está marchando bien, las estimaciones indican que el país crecerá cerca de 6,5% durante 2011, después de haberse expandido un 5,2% el año pasado, revirtiendo así la caída de 1,7% que tuvo el PIB en el último año de gobierno de la presidenta Bachelet. Este esfuerzo no ha sido fácil, ya que la economía chilena venía desde hace rato perdiendo dinamismo, al punto que el promedio de crecimiento del gobierno anterior fue de 2,8%.
Una de las razones para la pérdida de dinamismo que exhibía nuestra economía antes del comienzo del gobierno del presidente Piñera es la caída de la productividad de factores. Según el comité consultivo del PIB tendencial en el período de la presidenta Bachelet cayó en promedio un 1,25% y en 2009 llegó a -2,4%.
Naturalmente la economía tiene una recuperación después de una crisis, pero la conducción macroeconómica, realizada por el ministro Felipe Larraín y su equipo, ha sido sólida y rápidamente estamos volviendo a tasas de crecimiento que no se veían hace años en Chile. Ha contribuido también a esta recuperación la labor realizada desde el ministerio de Economía por el ex ministro Juan Andrés Fontaine, secundado por el subsecretario de la cartera, Tomás Flores. En efecto, a ellos les correspondió preocuparse del importante tema de la productividad.
La primera parte de su gestión estuvo muy marcada por el terremoto del 27 de febrero, que destruyó una parte importante de la capacidad productiva de las regiones sexta séptima y octava, especialmente aquella ligada a la pesca artesanal. Allí, junto al equipo de Corfo el Ministerio de Economía trabajó con dedicación y eficiencia a poner en pie otra vez esa capacidad, lo que se logró prontamente.
Superada la emergencia, también con el brazo de la Corfo, entre otros, el ministro Fontaine realizó una revisión de las políticas de innovación en Chile, dando origen a iniciativas como Start Up y otras muy valoradas por la comunidad de emprendedores y trayendo a nuestro país las mejores prácticas mundiales en materia de innovación y emprendimiento. Son semillas que han quedado sembradas y seguramente darán frutos en un futuro cercano.
Pero una de las labores más desconocidas de ese ministerio ha sido la de destrabar la tramitación de proyectos de inversión. Miles de millones de dólares de inversión están detenidos por trámites que en nuestro país duran excesivamente. Se calcula, por ejemplo, que en Perú el período de aprobación para una central eléctrica es un tercio al de Chile, lo que evidentemente nos deja en desventaja como receptor de inversiones. La tarea de agilizar la aprobación de proyectos en el país es clave para disminuir los costos de la energía, los más altos de la región, y para revertir la caída en la productividad. Son cientos los proyectos de inversión que lograron materializarse por la acción del Ministerio de Economía. Esta labor permitió, entre otras, la aprobación de la Central Termoeléctrica de Barrancones, decisión que desgraciadamente fue revertida por el presidente Piñera.
También bajo la conducción del ministro Fontaine se creó la Subsecretaría de Turismo, un sector de la economía que ya aporta interesantes recursos al país y que tiene una indudable proyección hacia el futuro. En materia pesquera, otra de las áreas bajo la supervisión de ese ministerio, se estudiaba un proyecto de ley que se hacía cargo del vencimiento en 2012 de las cuotas individuales en una serie de pesquerías.
La última iniciativa del ministro Fontaine fue la agenda Impulso Competitivo. Después del trabajo de 10 comisiones, que involucraron a 150 personas que identificaron 300 trabas; la agenda propuso 50 acciones que comprenden 24 proyectos de ley abarcando a 15 ministerios. Luego de su aprobación por parte del presidente de la República esta agenda se encuentra en pleno desarrollo por parte de las distintas reparticiones públicas que deben llevarla a cabo. Es el legado del ministro Juan Andrés Fontaine, quien contribuyó a darle un nuevo impulso a la marcha de la economía.