Impacto de las nuevas tecnologías de información

José Miguel Benavente

Un viejo amigo solía decirme que los computadores solucionaban problemas que antes no teníamos. Su argumento se basaba en la constatación de que los procesadores de texto aún no permitían que uno dictara las ideas centrales de lo que se quería escribir y recibiera posteriormente una propuesta de redacción. Obviamente, aparejado de un buen diseño, sin errores ortográficos evitando todos esos minutos gastados en adornar el texto. Tenía un punto mi amigo.



Ayer se lanzó un libro titulado “Conexiones del Desarrollo : Impacto las Nuevas Tecnologías de Información”, editado por Alberto Chong, el que constituye la versión de este año de la serie Desarrollo en las Américas, libro insigne del Banco Interamericano de Desarrollo. El documento es un interesante y mancomunado esfuerzo para rebatir a mi amigo sobre el real impacto que han tenido las TIC tanto en el crecimiento como desarrollo de las naciones, con particular acento en aquellas de niveles de ingreso mas modestos. Si bien el texto se refiere al ámbito productivo donde era esperable que algún efecto se encontrara, se abordan otras dimensiones en que parece que los efectos podrían ser aun mayores. Por ejemplo, en los temas de salud, acceso financiero, productividad del sector público o incluso en temas medioambientales.

Entre las conclusiones del estudio se sugiere que el acceso a la tecnologías de información por sí solo no tendría un impacto significativo sobre variables relacionados con educación, productividad o mejora en el bienestar de las personas. Sino sería más bien el uso que se le da a dichas tecnologías. En concreto, programas orientados a dotar de computadores a los niños en los colegios, no sería lo más relevante, sino más bien los contenidos aparejados a éstos.

Lo anterior plantea, entre otras cosas, un desafío mayor a las propuestas de inversión de los recursos públicos. Ello, por cuanto si bien dotar de computadores a todos los escolares aparece como una medida atractiva, los contenidos que son lo realmente importante - según el estudio, este ámbito claramente no suena políticamente interesante.

El otro aspecto resaltado por el estudio es la contundente evidencia acerca de la complementariedad que hay entre las TIC y el capital humano. Los resultados muestran que lo primero no tienen ningún sentido sin lo segundo. De nuevo estamos ante un problema, pues la inversión publica en capital humano al no mostrar resultados en forma inmediata, parece que no da tantos votos. Hasta ahora.