¿Conoce su “ikigai” ejecutivo y empresarial?
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Javier Zabala
Estando a días del balotaje presidencial, y sintiendo que en éste hay mucho en juego, es tentador comentar estas elecciones e incluso perder la ecuanimidad, pero prefiero colgarme del titular “Chile está al borde de una nueva era, gane quien gane las elecciones” del Financial Times, y que fue reproducido en DF. Si bien el artículo se refiere principalmente a la forma mucho más negociadora y consensuada que tendrá que usar para gobernar el próximo presidente dada la composición de las cámaras, el artículo resuena más ampliamente pues los chilenos sabemos que esta nueva era es causa y efecto de corrientes sociales y económicas profundas y difíciles de equilibrar.
Éstas sin duda también arrastran a cualquier ejecutivo, sus equipos y su empresa, y sortearlas de forma exitosa requiere de una sana cuota de autoconocimiento dinámico, cualidad que -está estudiado- es una de las bases del éxito profesional. Como además el año se acaba, puede ser que usted esté comenzando el proceso de auto reflexión permanente que esto exige y que las vacaciones anuales permiten. Si es así, puede que el concepto japonés del “ikigai” le sea de utilidad. Éste se puede traducir como la razón de ser de una persona, y encontrarlo implica responder conjuntamente las siguientes cuatro preguntas: ¿Qué me encanta hacer? ¿Qué sé hacer bien? ¿Qué paga de lo que hago? Y también ¿qué necesita el mundo?
Responderlas de a dos ya arroja ciertas luces en el proceso de reflexión, y de a tres más aún, pero va mostrando que, si no se responde las cuatro preguntas simultáneamente, no se llega a un verdadero estado de satisfacción y equilibrio. Por ejemplo, si usted sabe hacer algo, y se le paga por eso, felicitaciones, pues podrá decir que conoce cuál es su profesión. Si además eso que sabe hacer y por lo que le pagan, le encanta hacerlo, pues mucho mejor: usted hará su profesión con pasión. Pero al rato usted sentirá que lo que usted hace realmente no le llena, y es porque se da cuenta que la sociedad y el mundo no necesitan eso que usted hace tan bien, y por lo que le pagan un buen sueldo.
Podría extenderme en estos cruces que son muy intuitivos, pero es más fácil que usted googlee esta palabra para encontrar una simple figura que entrecruza cuatro círculos y que puede que le dé mucho que pensar. Quisiera utilizar estas últimas líneas para invitarlo a pensar qué significan los cuatro círculos del ikigai para su empresa, y qué está haciendo usted como alto ejecutivo para instaurarlo en sus círculos.
¿Su empresa hace algo que al mundo le importa (tiene un propósito, como se dice hoy)? ¿Busca afuera y promueve de adentro a personas que les encanta ese propósito? ¿Solo busca ejecutivos competentes en lograrlo, o facilita también las condiciones internas para hacerlo? ¿Y en el proceso obtiene una renta sensata (un lucro sostenible), que le permite a su vez compensar adecuadamente a sus proveedores, accionistas y empleados? Para que usted como ejecutivo individual, o su empresa como colectivo de personas, esté preparado para esta nueva era, es más necesario que nunca darse el tiempo y el espacio (y tal vez incluir miradas externas), de cómo trabajar su ikigai empresarial y personal.