VER MÁS
MARKET DATA
<%userdata?.email%>
Editar perfil
Salir
(Twitter)
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
Alto contraste
En la discusión sobre la Norma Técnica para el gas natural licuado (GNL) y la condición de inflexibilidad que permite darle prioridad al despacho de centrales que utilizan este combustible, parece estar instalándose ahora una nueva falsa alarma, esta vez motivada en la supuesta necesidad primordial de no desincentivar la generación en base a GNL.
La razón sería la contingencia derivada de la actual situación de escasez hídrica, que podría incluso derivar en una crisis eléctrica como la vivida en los años 98-99. De esta forma, expresan los incumbentes, se deberían dar señales regulatorias adecuadas por parte de la autoridad, entre ellas, permitir que las empresas que generan con GNL puedan seguir efectuando libremente declaraciones de este combustible en calidad de “inflexible”, es decir, a precio cero, saltándose la fila del mérito económico y, con ello, beneficiándose de compras de energía en el mercado spot artificialmente más baratas.
La relación entre la contingencia actual y la inflexibilidad resulta completamente errónea y llama a la confusión. Ello debido a que, además de la existencia de flexibilidades en la entrega física del gas -práctica habitual desde hace décadas en el mercado mundial del gas y que desvirtúa la existencia de esta condición-, distintos análisis indican que, ante una descarbonización acelerada que conlleva a una reducción de la oferta de energía, similar a la contingencia por la que atraviesa hoy la industria eléctrica, la necesidad de gas crecerá a tal nivel que no se justificaría ninguna inflexibilidad. Esto, porque sería un escenario que prácticamente asegurará el despacho de este combustible, eliminando cualquier riesgo de exceso de gas almacenado en los terminales GNL que supuestamente deba ser declarado inflexible para dar espacio a la descarga del siguiente buque. Asimismo, un estudio desarrollado por Breves de Energía y un reciente análisis de abastecimiento elaborado por el CEN demuestran que tampoco existe riesgo de seguridad del sistema por este tipo de operación.
Pero esta no es sólo la opinión de los estudios citados. La propia Comisión Nacional de Energía, en una reciente presentación en la Cámara de Diputados, se ha hecho cargo de esta campaña de desinformación, indicando que ante el argumento esgrimido por los incumbentes en orden a que al dificultar las inflexibilidades al GNL, “los generadores dejen de traer GNL o lo restrinjan”, se explicó por el propio secretario ejecutivo que “el costo de comprar GNL flexible o despejar las inflexibilidades es mucho menor para el generador que no tener GNL y tener que usar diésel. Cuando más se necesita el GNL, menos necesidad hay de declararlo inflexible”. La presentación completa es pública y puede ser revisada en la página web de la Cámara de Diputados.
Finalmente, cabe resaltar que ha sido, precisamente, la posibilidad de declarar el GNL como inflexible lo que ha llevado a que los incumbentes no hayan invertido debidamente en infraestructura de almacenamiento de gas, lo que ha conspirado directamente en contra de la efectividad en la gestión de las emergencias tanto como para consumo industrial como para generación eléctrica para este combustible.
