Cuando el Presidente Piñera asumió el gobierno el 2010, nos encontrábamos con una economía dormida. Una de las causas de este letargo era la falta de ganancias de productividad. Según un estudio del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC), entre 1986 y 1997 la productividad total de los factores (PTF), elemento responsable de una parte importante del crecimiento en la mayoría de las economías, explicó casi un tercio del crecimiento económico de Chile. Sin embargo, entre 1998 y 2008, la PTF más que aportar, cayó 0,35% en promedio al año.
En estos 3 años y medio de administración, hemos logrado tener una productividad positiva, un crecimiento económico de 5,6% en promedio al año, la creación de 830 mil empleos y una tasa de emprendimiento récord. Además, según el informe de la Evolución de la PTF en Chile, el alza de este componente sería en el 2012, junto a la inversión, el mayor determinante del crecimiento del producto.
Así, en el último tiempo, conceptos como Emprendimiento, Innovación, Micro y Pequeñas Empresas son cada día más escuchados y ya forman parte de la discusión país. Lo anterior no es una casualidad, obedece a una decisión, a una voluntad, a una acción determinada del gobierno del Presidente Piñera de enfrentar el desafío de terminar con la pobreza y transitar al desarrollo de manera sustentable e inclusiva.
Consecuentemente con lo anterior, como gobierno hemos impulsado e implementado una serie de mejoras, modernizaciones e iniciativas que nos permiten ir construyendo y fortaleciendo una institucionalidad amigable con el emprendimiento, la innovación y el desarrollo de las empresas de menor tamaño. Entre otras, podemos destacar la implementación de la Agenda de Impulso Competitivo, el reforzamiento de programas de financiamiento a través de Sercotec y Corfo y el nuevo sistema para crear Empresas en Un día que, desde su implementación en mayo, lleva más de 10 mil empresas creadas.
Por otro lado, estas iniciativas requieren necesariamente ir acompañadas de acciones concretas que demuestren y hagan visible este compromiso de apoyo y promoción con las pymes chilenas. Es así como el año pasado el Presidente Piñera estableció por Decreto Supremo la Semana de la Pyme y con ello efectuó un llamado a un verdadero cambio cultural donde se reconociera la importancia de las pymes como agentes de desarrollo, fuentes de empleo, innovación y mayor competitividad.
Durante la semana pasada se celebró la segunda versión de la Semana de la Pyme, con 60 emprendedores instalados en la Plaza de Armas realizamos la ExpoPyme con un éxito abrumador, actividad que se replicó en las otras 14 regiones del país; luego, en Arriba MiPyme, recibimos a miles de emprendedores en una feria donde se congregó en un solo lugar a todos los servicios públicos e instituciones que disponen líneas de apoyo, realizando además charlas y talleres de orientación. Posteriormente, premiamos a 2.615 mujeres empresarias en todo el país con el capital abeja y destacamos a distintas pymes de Chile con los Premios Pymes 2013 en las categorías de innovación, mujer y emprendedor del año. El sábado recién pasado, cerramos la semana con el Compra Pyme donde más de 7.300 pymes se inscribieron en todo Chile para ser visitas por la ciudadanía.
Todo esto demuestra que las iniciativas están dando frutos. Con orgullo somos testigos de cómo nuestro país crece y se fortalece, con optimismo vemos como el futuro de cada uno de los chilenos podrá ser mejor, con satisfacción constatamos que confiando en las personas y poniendo el eje en su propia capacidad de emprender, el país avanza, crece y cada uno de los chilenos puede apostar por un mejor futuro. Sin lugar a dudas, para mantener y acelerar el fortalecimiento del ecosistema emprendedor de Chile, se requiere continuar realizando reformas que sobre todo mejoren nuestra competitividad. Esto significa aumentar la productividad, continuar potenciando la innovación y el emprendimiento destrabando aquellas fallas a nivel microeconómico que afectan el óptimo desarrollo de los mercados.
Las medidas ya mencionadas, como Impulso Competitivo, apuntan justamente a eso y es un legado que queda en este Ministerio, para continuar mejorando la competitividad del país en todas las áreas. Este ha sido nuestro sello y está dando resultados. Cuando el centro se pone en la persona y no en las instituciones, cuando el gobierno apoya y trabaja codo a codo con los emprendedores, cuando se hace la pega, Chile avanza.