DF Conexión a China | Plan Nacional del Litio: China corre con ventaja

Felipe Barrientos

La rivalidad entre China y Occidente por las reservas de minerales críticos para la transición energética se ha intensificado y llevado a una carrera por el litio, donde Chile será el próximo escenario.

Para las empresas chinas, el litio chileno es clave para mantener su posición en la cadena de suministro de vehículos eléctricos (EVs). China es el mayor productor mundial de EVs, baterías de litio, y la mayor refinadora y procesadora de litio, cobalto, aluminio y grafito del mundo, todos críticos para la transición energética.

“La delantera de China no se debe a sus ventajas geológicas, sino a la capacidad de trazar con anticipación una política industrial a largo plazo”.

Esto no se debe a las ventajas geológicas de China, sino a la capacidad de su gobierno de trazar con anticipación una política industrial a largo plazo y generar incentivos para que sus empresas, tanto públicas como privadas, la ejecuten al pie de la letra. Así, en la última década las empresas chinas se han volcado a adquirir proyectos de minerales críticos en todo el mundo, anticipándose en casi una década a sus contrapartes occidentales.

EEUU ha comenzado a tomar medidas. Al igual que con los semiconductores, su estrategia es crear una cadena de suministro paralela junto con sus aliados para bloquear a China, fracturando las cadenas de suministro globales y poniendo en jaque la globalización como la entendemos hoy. La curiosamente llamada “Inflation Reduction Act” busca una vuelta al “Made in USA”, excluyendo toda participación de empresas chinas en su cadena de suministro y otorgando incentivos para que la totalidad de las baterías se manufacture Norteamérica para el 2030.

Asimismo, recientemente Australia bloqueó un aumento de participación de una empresa china en una empresa minera local, mientras que Canadá ordenó a tres empresas chinas vender sus activos en mineras canadienses, incluyendo una empresa cuyos activos se encuentran ubicados en Chile y Argentina (algo que mirar con atención desde nuestro país). En ambos casos, los gobiernos esgrimieron razones de “seguridad nacional”.

En este contexto geopolítico, Chile está ad portas de publicar su estrategia nacional del litio. El gobierno chileno no ha ocultado su interés en desarrollar una industria nacional, y las empresas chinas tienen ventaja: tienen experiencia desarrollando proyectos en el sur global, son flexibles para adaptarse a la realidad de países en los que invierten, y son abiertas a formar alianzas público-privadas.

Un ejemplo cercano es la licitación del litio en Bolivia, donde las empresas participantes se obligan a formar joint ventures con la estatal YLB. De las seis empresas finalistas, cuatro son chinas, incluyendo el consorcio ganador liderado por la gigante de baterías CATL. También está el anuncio de Chery y la fabricante de baterías Gotion para fabricar EVs y baterías en Argentina. Similares experiencias existen con la industria del litio en Zimbabwe y el níquel en Indonesia.

Por años, la diplomacia china ha afirmado a los países del sur global que su ascenso traerá nuevas oportunidades de desarrollo, imposibles en un mundo dominado por Occidente. El desarrollo de la industria nacional del litio será una excelente oportunidad de poner a prueba estas afirmaciones.