DF Conexión a China | China ante Ucrania: entendible escepticismo de Occidente

VICTORIA LUECKEL

La UE y la OTAN reaccionaron con cautela al plan chino de doce puntos para alcanzar la paz en Ucrania. Aun así, Xi Jinping inició ayer su esperada visita a Moscú para reunirse con Vladimir Putin.

Lamentablemente, la retórica de China se ha mantenido exactamente en la misma línea que antes, pidiendo el fin de las hostilidades. Eso es bueno. Sin embargo, China atribuye la responsabilidad a partes iguales a Ucrania y Rusia. Una vez más, no se menciona explícitamente el hecho de que Rusia ha violado las fronteras de un Estado soberano. Es más, desde la perspectiva china, la responsabilidad de crear las condiciones para las negociaciones recae en Occidente. No es de extrañar que casi todo lo que viene de China se reciba actualmente con escepticismo en Occidente, porque Beijing está sencillamente demasiado cerca del bando ruso. ¿Cómo puede entender Occidente esta postura desde el punto de vista militar?

“El intento del documento de paz de Beijing es correcto, pero puede ser también una táctica de distracción para especular menos sobre los problemas internos del país”.

La aproximación más popular a la estrategia militar china es a través de la lectura de Sun Tzu (un famoso estratega militar chino del siglo V a.C.) y su clásica obra “El arte de la guerra”. En la mayoría de los casos, se establecen conexiones entre las declaraciones decisivas de Sun Tzu y las acciones chinas actuales.

El libro se utiliza ampliamente en China para clasificar sucesos relacionados con la seguridad y la defensa o para generar soluciones en casos de conflictos. Un resumen de conferencias de la Universidad de Defensa Nacional del EPL (Ejército Popular de Liberación ) analizó intensamente su valor para la aplicación del nuevo concepto de “seguridad nacional integral” de Xi. También se ha utilizado para predecir cambios para el período pospandémico. De hecho, Sun Tzu y su obra son objeto de estudio permanente en los círculos chinos de seguridad y defensa.

La obra abre el debate sobre el pensamiento estratégico chino en breves y pragmáticos análisis de situaciones tácticas y estratégicas. Está repleta de frases clichés y términos artificiales difíciles de penetrar sin estudiar la lengua china y el desarrollo de la política de seguridad y defensa de China.

En este sentido, el conocimiento de estos textos y conceptos básicos es de suma importancia, en una época cada vez más dominada por la rivalidad de las dos grandes potencias, Estados Unidos y China.

Visto así, el intento del documento de paz de Beijing es correcto, pero puede ser también una táctica de distracción para especular menos sobre los problemas internos chinos. Xi Jinping está ocupado internamente en reestablecer la economía postpandémica, reprimir las manifestaciones por la libertad y externamente en amenazar a Taiwán con la anexión. La señal es clara: quien quiera una política basada en valores, debe cambiar su mentalidad hacia China.

Esta es sin duda la lección que hay que aprender del desastre ruso. Pero con China, los problemas son aún más intrincados: ya sea la protección del clima, las guerras y las crisis, el desarrollo del Pacífico Sur, o el comercio y el crecimiento económico, hoy nada funciona sin tener en cuenta a Beijing.