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Alto contrasteChile sigue sorprendiendo por su robustez y crecimiento acentuado. Prueba de ello es que las empresas reportan mejoras en ingresos y en resultados, y que el consumo privado sigue mostrando un alto dinamismo. No obstante, la experiencia reciente con nuestros clientes nos da cuenta de crecientes complicaciones en las cadenas de pagos y suministros.
Para analizar esta materia, realizamos un estudio de la industria de consumo masivo. Los resultados confirman un empeoramiento de la liquidez y de la rotación de los inventarios superior al 10% anual de 2010 al primer semestre 2013, en el promedio de las empresas analizadas.
Son varias las causas que estarían detrás: desaceleración de la demanda interna post-reconstrucción; tensiones de caja en la industria retail y traspaso de estas dificultades a sus proveedores; expectativas de aterrizaje del consumo, y gestión subóptima de inventarios. Esta situación puede generar serios problemas en caso de persistir, afectando el desempeño de los proveedores de las grandes empresas analizadas, por ejemplo, pymes con difícil acceso a financiamiento.
En escenarios de mayor estrechez de caja, las empresas tienden a alargar sus plazos de pago; esta solución, si bien funciona transitoriamente, debería ser complementada con otras medidas de financiamiento. Un camino de mayor valor para el accionista es centrar los esfuerzos en la reducción de costos y gastos operacionales; por otro lado, el aumento de las ventas puede facilitar una mayor rotación del inventario, dado que las economías de escala en existencias permiten reducir el nivel de stocks porcentualmente. Sin embargo y, contrariamente a lo que se cree, el crecimiento del negocio puede significar mayores requerimientos de caja en el corto plazo.
Tal y como señalan los analistas macroeconómicos, la actividad económica continúa el proceso de normalización iniciado en los últimos meses. Algunos de los indicadores del rubro del consumo masivo y, por ende, del retail, dan señales de alerta: sin un cambio de tendencia en los niveles de liquidez y, una mejora en la gestión de existencias, podríamos presenciar un escenario en el que las empresas se vean forzadas a readecuar sus estrategias de financiamiento, incidiendo negativamente en los resultados finales.
Las administraciones de las compañías del sector deberían prestar especial atención a la evolución de estos indicadores para cambiar la tendencia y anticiparse a las dificultades que se avecinan.
