VER MÁS
MARKET DATA
<%userdata?.email%>
Editar perfil
Salir
(Twitter)
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
Alto contrasteRecaudación y desarrollo económico son conceptos directamente relacionados. Por eso es fundamental la aplicación de políticas destinadas a incrementar los niveles de ingreso tributario, si se desea alcanzar una recaudación que permita satisfacer las necesidades más urgentes del país.
La gestión tributaria de los gobiernos latinoamericanos presenta desempeños muy disímiles. La literatura atribuye estas diferencias a factores macroeconómicos, institucionales, sociales y a características particulares de los países. En este contexto, uno de los indicadores observables de la presión fiscal es el ratio entre recaudación fiscal y producto interno bruto (PIB), el cual ha sido bajo, en la mayoría de los países de América Latina. Por ejemplo, entre el año 2000 y 2010, el promedio del ratio para los países de la región fue de 13,65%, mientras el de los que conforman la OCDE alcanzó a 34,55%, una diferencia de 20,9 puntos porcentuales entre ambos grupos. Durante ese período el ratio de Chile fue de un 17,59%, cifra sobre el promedio de la región pero 16,96 puntos porcentuales por debajo de los otros miembros de la OCDE.
¿Cuál sería el ratio óptimo de recaudación para el país y cómo se puede alcanzar? Es importante responder pronto a esta pregunta, no sólo para recaudar lo necesario sino también para cubrir las necesidades de financiamiento del Estado, sin entorpecer el crecimiento económico, que también aporta a mejorar la recaudación.
La otra pregunta que requiere una respuesta inmediata es, ¿en qué forma el Estado con un nivel óptimo de recaudación puede lograr que la ejecución de estos recursos sea adecuada y eficiente para cumplir los objetivos propuestos?
Sin lugar a dudas, Chile debe incrementar la recaudación fiscal sin afectar los niveles de crecimiento y, en especial, el impulso económico registrado durante los últimos años. Dentro del ratio de recaudación fiscal y PIB, este país presenta un promedio sólo inferior al de Argentina (18,22%) y supera a Brasil (15,45%) y México (14,41%), aunque está lejos de alcanzar los niveles de los países de la OCDE. A lo anterior, se suma que entre el año 2000 y 2010 el crecimiento de este ratio ha sido sólo de 0,84 puntos porcentuales, situación que dista mucho de la de Ecuador, Uruguay y Argentina.
La situación anterior no implica necesariamente una reforma tributaria que aumente impuestos, sino la generación de instancias para mejorar la recaudación, a través de mayores controles de la elusión y evasión. De esta forma se contribuiría, además, a generar la necesaria percepción de equidad en el pago de impuestos por parte de los contribuyentes, especialmente, de las personas naturales.
