Responsabilidad digital
Señor Director:
La reciente controversia donde el presidente Milei promocionó una criptomoneda que resultó ser una estafa tipo “rug pull”, nos deja una lección crucial: el uso irresponsable de tecnologías poco conocidas puede tener consecuencias devastadoras. En pocas horas, miles de personas perdieron sus ahorros al confiar en la palabra de una figura de autoridad que, según su declaración posterior, no realizó la debida diligencia antes de respaldar el proyecto.
Al igual que las criptomonedas, la IA generativa promete avances transformadores, pero su adopción apresurada y sin comprensión profunda puede generar problemas éticos, sociales y legales. Desde violaciones a la privacidad hasta la propagación de desinformación, los riesgos son reales y requieren un enfoque responsable de la ciudadanía y, aún más, de las autoridades.
La tecnología no es neutral; su impacto depende de cómo y por quién es utilizada. Es imperativo establecer marcos éticos sólidos y mecanismos para evitar que estas herramientas se conviertan en armas contra el bienestar social. Fomentar la alfabetización en este ámbito es crucial como política corporativa o gubernamental.
La innovación debe ir acompañada de responsabilidad. No podemos dejar que el entusiasmo por lo nuevo eclipse la necesidad de protegernos con más preparación. La tecnología debe ser una herramienta para el progreso y no un vehículo para el fraude o el daño.
Fernando Roa
Agentica Systems