¿La torta económica se produce o se reparte?
Señor Director:
Usualmente para medir desigualdad se utilizan cifras como el coeficiente de GINI, el índice de Palma, u otros ratios. Por ejemplo, el índice de Palma realiza la división entre lo que gana el 10% más rico de la distribución de ingreso, y lo divide por lo que obtiene el 40% más pobre. Así, un valor de 3 de este indicador dice que lo que obtienen las personas pertenecientes al 10% de mayor ingreso triplica lo que obtiene el 40% de menor ingreso.
Ahora bien, más allá de las lecturas técnica de estos indicadores, un punto central es el relato que se forma en torno a ellos. En específico, es normal escuchar que el x% más rico SE LLEVA un determinado tamaño de la torta, cuando lo que debería decir es que ese x% PRODUCE esa parte de la torta. Esta diferencia es muy importante, y cambia totalmente el enfoque frente al hecho. Al decir que algunas personas “se llevan” se generan al menos dos errores: (i) que la torta estaba dada y (ii) que algunos tomaron para sí una mayor parte (casi rozando la usurpación de riqueza ajena). En contraste, cuando hablamos de que una parte “produce” se manifiesta la capacidad de creación de esas personas, se reconoce la dinámica del proceso productivo, y queda en evidencia la propiedad de la riqueza generada.
La primera mirada (“se lleva”) refuerza la idea de injusticia (y envidia), por lo que sería correcto quitarle a los más ricos para darle a los más pobres, pues aquellos se habrían apropiado de parte que no les corresponde del todo. La segunda mirada (“producen”) nos dice que los ricos no son los malos de la película, y nos muestra que para obtener más debemos ser más productivos, contribuyendo a hacer crecer la torta. El desafío entonces no es buscar una repartija, sino que lograr que quienes producen poco pueden mejorar y producir más.
Félix Berríos Theoduloz
Economista