El síndrome del auto enchufado
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Señora Directora:
Según publicó DF recientemente, el Gobierno ha anunciado nuevas metas para acelerar la marcha hacia la electromovilidad, incluyendo terminar con la venta de autos no-eléctricos a 2035. Si bien es un buen comienzo, que se suma a medidas como la depreciación acelerada de vehículos eléctricos, faltan definiciones mayores.
La electromovilidad es más que la fuente de energía. También es necesario avanzar seria y prontamente hacia una arquitectura interoperable que le dé sustento, viabilidad y escalabilidad; que permita roaming nacional e internacional; la instalación de estaciones de carga; todo conectado a un sistema de comunicaciones y gestión central de indicadores que permita -por ejemplo- avanzar hacia gestión de la demanda.
Esta arquitectura va mucho más allá del auto: es pago automático al momento de cargar, gestión de contratos y definición de protocolos estandarizados de comunicación independiente del operador. En definitiva, es hacerlo bien: no ocupar un alargador desde la casa.
Distintas candidaturas presidenciales buscan promover los vehículos eléctricos, pero las propuestas carecen de contexto tecnológico. Debemos enfrentar este tema en serio para no quedarnos con el auto enchufado.
Luciano Ahumada
Director Escuela de Informática y Telecomunicaciones UDP, Investigador asociado Centro Basal AC3E
