Cartas

Cartas al Director

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Papa Francisco

Señor Director:

¿Estará de acuerdo el papa Francisco con su visita a nuestro Chile, tras conocer su costo millonario (para nuestra realidad) de 11 mil millones de pesos (17,5 millones de dólares) y de cómo será financiada, frente a las grandes necesidades que tienen aún los chilenos y que la misma Iglesia Católica chilena, que él lidera desde el Vaticano, se encarga de recordárnoslas domingo a domingo?

Luis Enrique Soler Milla

Incendios forestales

Señor Director:

Se acercan las altas temperaturas y se nos viene a la cabeza el lamentable recuerdo de los incendios que sufrió la zona centro sur de Chile durante el verano pasado. Según alertó Conaf, para esta temporada este tipo de siniestros podría ser peor y por lo tanto, debemos aprender de las lecciones que nos dejaron las pérdidas del sector agrícola y forestal.

Lamentablemente, muchos pequeños propietarios y Pymes forestales no cuentan con una póliza de seguro de incendio, lo que reduce su competitividad y no garantiza su permanencia en el rubro en caso de un incendio.

Es crucial que ante las advertencias oficiales, los empresarios tomen las precauciones y se aseguren, pues perder la fuente laboral y partir desde cero son procesos que se pueden evitar. El llamado es a informarse sobre las alternativas existentes en el mercado asegurador y compartir experiencias para tomar los resguardos necesarios.

Cristián Klingenberg
Gerente Riesgos Agroforestales y Acuícolas de HDI Seguros

Desastres naturales

Señor Director:

La ocurrencia de eventos naturales que afectan y transforman el hábitat, no constituyen por sí mismos una calamidad. Desastre natural, es un concepto aceptado por las ciencias que estudian esos fenómenos, lo “adverso” es cómo nos relacionamos con la naturaleza.

Las prácticas de explotación y despilfarro de recursos, nos han conducido a eventualidades que debemos sobrellevar. Un caso es cómo la tala y quema de bosques, destruyó casi toda la red hidrográfica navegable del sur del país. O la desaparición de playas, por la eliminación de considerables hectáreas de dunas para levantar edificios.

Esa vulnerabilidad existente es debido a escasas políticas de Estado, una débil regulación y a intereses, que han constituido una relación históricamente desleal con el territorio y la naturaleza.

Pensar en el bien común permitiría enfrentar mejor dichos eventos que, impulsados por formas de producción avasalladoras, exponen aún más la fragilidad de los asentamientos humanos.

Pedro Bustos B.
Coordinador Escuela de Arquitectura Universidad Central de Chile

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