La plataforma de streaming Disney+ ya tiene fecha de arribo en Latinoamérica. La compañía confirmó ayer que en noviembre -a un año de su estreno en Estados Unidos- se sumará al resto de los players de OTT (sistema de transmisión libre por sus siglas en inglés) que hoy ofrecen contenido audiovisual en esta parte del mundo.

Las expectativas son altas considerando que, en el país del norte, sólo en el primer día, más de 10 millones de personas se suscribieron a dicha plataforma. En su anuncio, la compañía informó que ya cuenta con 60 millones de suscriptores también en Europa y Asia. El éxito del debut tensionó al resto de los operadores como Netflix -que tiene 193 millones de suscriptores-, Amazon y HBO Max entre otros.

Con una oferta ligada a Pixar, Disney, Marvel, Star Wars y National Geographic, además de títulos originales como The Mandalorian, Hamilton, el remake de High School Musical y Black is king -el elogiado álbum visual de Beyoncé estrenado la semana pasada-, Disney+ evidencia que el contenido será la clave para captar audiencias las que producto de la pandemia han aumentado sus suscripciones en un 150%.

"No hay nada, absolutamente nada más importante que el contenido. Tiene que ser atómico. Y esa es la pelea. Crear contenido genial con mucha inversión en marketing y tratar de seguir creciendo a ritmo acelerado para seguir creciendo en términos de suscriptores e ingreso. Es una pelea de mediano / largo plazo e importarán los aciertos, el marketing y la capacidad por apostar en grande", asegura Manu Chatlani, director ejecutivo de Jelly.

La respuesta de las audiencias

Pese a que la llegada de Disney+ era esperable, para Jaime Boestch -consultor experto en Media y Transformación Digital y ex director de programación de TVN- la nueva realidad generada por el coronavirus aceleró su aterrizaje y obligó a adelantar el calendario de estrenos. “Para estos grandes surge el desafío de realizar producciones nuevas en tiempos de pandemia, ofrecer deporte en vivo y lograr una buena curatoría de los “revival” de series”, señala el periodista.

Respecto del consumidor el hecho de sumarse un competidor más en la oferta de OTTs reforzará una tendencia que se ha observado en cuanto a su comportamiento: el traslado o adecuación tecnológica entre plataformas. Según Boetsch, existen tres tendencias “los "cord cutters” -personas que frente a la oferta de distintas de OTT cortan definitivamente el cable o la televisión satelital-;  los “cord never” -en general millenials y centenials que nunca tuvieron cable y siempre prefirieron una OTT como única opción-; y por último los “cord shaver” -aquellos que frente a ciertas alternativas como el deporte en vivo se suscriben a plataformas de Internet y cortan plataformas premium de cable. A esto Manu Chatlani agrega “más temprano que tarde aparecerá un nuevo player que tenga acceso a todas la OTT en la que los consumidores podrán elegir dentro de una macro oferta”.

Con todo, probablemente exista una baja en la televisión por cable pero que sólo se trate de un traslado de operador, la mayoría de ellos dueños a su vez de OTT como el caso HBO Max la plataforma que irrumpió en mayo en EE.UU. e incluye en exclusiva los títulos de Warner Bros., HBO, TNT y Cartoon Network.

"El consumidor, supone Jaime Boestch, optará finalmente por una biblioteca de entretención que proponga una buena oferta de ficción seriada y deporte en vivo".