DBS sumará su tercera cadena de tiendas de belleza en 2020
En paralelo, la marca trabaja en la reinvención de la imagen de sus siete tiendas más grandes.
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En 2005, y persiguiendo el sueño de convertirse en la empresa líder del rubro de la belleza, Dominique Rosenberg vio una oportunidad de negocio todavía no explotada en el país. Apalancando el emprendimiento a través de un préstamo familiar, y tras endeudarse con el banco, fundó junto a su marido DBS Chile.
“Desde chica soñaba con tener mi propia cadena de tiendas de productos de belleza, donde las mujeres pudieran elegir entre varias marcas agrupadas en un solo lugar. Quería entregarles una experiencia de compra distinta, donde los productos fueran alcanzables y no guardados tras un cristal”, recuerda Rosenberg.
Tras un año de trabajo, la empresa comenzó a ver números azules. Hoy DBS es representante exclusivo de más de 30 marcas internacionales que son distribuidas en el país a través de la sociedad de inversiones DJ. Además, cuenta con dos cadenas de tiendas físicas, DBS Beauty Store y Make Up, que juntas suman 70 locales a nivel nacional.
En 2015, DBS vendió un 70% de la empresa a la cadena de farmacias Salcobrand, y tras la venta logró mantener un 30% de la propiedad y conservar un claro liderazgo en la toma de decisiones. Actualmente Rosenberg es la gerente comercial de DBS y, catorce años después de haber creado su emprendimiento, continúa liderando la expansión de la empresa.
En enero de 2020, DBS abrirá su tercera cadena de tiendas, que contará con un perfil y formato renovados que pretenden llegar a un nuevo público. En un comienzo, estos locales no estarán ubicados en las grandes tiendas, y la oferta de productos continuará ligada al rubro de la belleza, pero con menos porcentaje de maquillaje y más productos de otras categorías como capilar, manos y pies, accesorios y sets.
“La idea es que la marca continúe creciendo con nuevos formatos que apunten a distintos tipos de consumidores”, explica Rosenberg.
Paralelamente, la compañía –que en 2017 cerró el año con 75 tiendas, incluida la primera en formato corner en Falabella–, trabaja en una versión 3.0 de las tiendas, la que aplicarán en los siete locales más grandes de la cadena DBS. Esta renovación, que debutará en marzo próximo, considera un cambio de imagen, incorporación de tecnología y nuevas marcas de maquillaje “más selectivas”, de cara a generar un ticket de compra más alto.
Actualmente se realizan cerca de 200 transacciones por tienda al día, siendo la ubicada en el Mall Costanera Center la más exitosa, con retornos que superan en un 15% a la siguiente que más vende.
Otra de las novedades en tiendas será la incorporación de distintas aplicaciones como un espejo virtual, tanto en el local como en los teléfonos móviles, que permitirá a las usuarias probarse cosméticos, esmaltes de uñas y diseños, pestañas postizas; tonos de base y sombras de ojos.
Por otro lado, la inversión actual de la empresa está destinada al mejoramiento del sitio web, para adaptar su modelo de negocios a la transformación digital.
“Hoy estamos enfocados en potenciar la venta online que, pese a que hoy en día representa un 5% del total de la facturación, recibe más de 8 mil visitas diarias. En Chile, el vitrineo se da en la casa, incluso antes de llegar a la tienda”, apunta Rosenberg.
DBS continúa trabajando por potenciar su propósito de ayudar al empoderamiento femenino con la inauguración de un beauty studio, que trabaja de la mano con instituciones para entregar cursos de maquillaje, manicure y cuidado personal gratuitos o pagados, además de capacitar a sus vendedoras e impartir clases en el lugar.
La academia de maquillaje se suma a las seis marcas propias que la firma desarrolló: Beauty Tools, accesorios; Glam Factor, paletas de maquillaje; DBS Cosmetics y DBS Basic, ambas de maquillaje, DBS Body Luxury, productos corporales y Studio64.
La ejecutiva detalla que el objetivo de la firma es que las personas encuentren diversidad de productos, los que hoy provienen de países como Turquía, Italia, Alemania o Corea, a precios adecuados.
Respecto de una eventual marca propia de maquillaje desarrollada en Chile, señala que las tecnologías existentes en el país no darían abasto.