Capital humano y tecnología: los principales aportes de Chile a la astronomía mundial

Qué hay alrededor de un agujero negro en el espacio, o cómo se forman los planetas cercanos a la Tierra, son incógnitas que dentro de poco estarán resueltas y parte del descubrimiento se hará desde territorio nacional, en alguno de los 13 observatorios científicos instalados en el país y que son capaces de fotografiar y analizar imágenes capaces de despejar este tipo de preguntas.

El hecho no asombra al considerar que cerca del 40% de la insfraestructura astronómica mundial se concentra en Chile, cifra que en 2020 aumentará a 77%, cualidad que sale a la luz cada año en el día de la astronomía, que se celebra el viernes de marzo más cercano al equinoccio de otoño, y que este año se extiende durante toda esta semana.

La instancia creada para destacar y conocer los avances de la ciencia detrás de esta disciplina, así como para despertar el interés del país, es abordado a través de diferentes focos y actividades en universidades, museos y observatorios. El primero, tiene un carácter educativo y busca acercar la ciencia a las personas y educarlas en el cuidado del cielo, así como también apunta a relevar las demandas de la comunidad científica.

Fernando Comerón, representante en Chile de ESO (European Southern Obserbatory), entidad que en el marco de esta celebración abre sus puertas a escuelas, destaca que sin importar la visión desde que se aborde, la temática es relevante. “La astronomía es de todos e inspira a cualquier persona, sin importar su campo de interés. Estamos aquí para darlo a conocer, así como también transmitir que el cielo es frágil y debemos cuidarlo. La astronomía va más allá de la ciencia y es importante que se entienda”, comenta.

Similar opinión tiene David Rebolledo, astrónomo del observatorio ALMA quien enfatiza en la necesidad de entender que la astronomía es la ciencia de Chile y la que más publicaciones científicas de calidad y renombre mundial da. “Los proyectos inmensos que se van a construir estarán acá en diez años y es relevante que la gente lo sepa, para poder cuidar el cielo y a futuro unirse a las investigaciones”, afirma.

Agrega que así como esta difusión es necesaria para acercar a los niños a la ciencia, lo es también para la comunidad científica, porque permite obtener acceso a mayor financiamiento y a tener astrónomos interesados en visitar territorio nacional para aportar en grandes hallazgos, donde los chilenos están cada vez más presentes, debido al interés y el aumento en la cantidad de astrónomos en aulas nacionales.

El aporte de Chile

La producción de hadwares y componentes de los telescopios son parte de los desarrollos astronómicos a nivel local. Entre ellos destacan los detectores del proyecto ATLAS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de Ginebra, para medir de forma mucho más precisa nuevas partículas y el espectrógrafo elaborado por un equipo del Centro de Astro-Ingeniería UC (AIUC). Pero la tecnología no es el único aporte chileno. La formación de capital humano especializado, dicen desde la academia, es la principal contribución del país a la astronomía mundial.

Así lo cree Leonardo Vanzi, académico de Ingeniería e investigador del AIUC, quien afirma que hoy en las aulas chilenas se están formando nuevas generaciones de ingenieros, capacitados en ciencia y tecnología para la astronomía, un hecho que sin duda tiene relevancia mundial, pero que, sin embargo, también devela falencias importantes.

“Si Chile quiere ser realmente un aporte a la astronomía mundial debe invertir en ciencia, porque hoy los montos no son suficientes. A su vez, debería haber una política de desarrollo potente en el país para representar un aporte significativo, que dentro de unos años emplee en centros de investigación nacional, a los jóvenes que hoy estamos formando”, detalla.

Esto, dice, sin desmerecer desarrollos tecnológicos, iniciativas que representan un aporte a un proyecto mucho mayor. “Los aportes actuales son oportunidades que podrían ser inmensas, pero para aprovecharlas es necesaria una inversión mayor a las que disponemos hoy”, comenta.

Astro turismo

La calidad y pureza de los cielos de Chile no sólo han sido aprovechados por la ciencia; desde hace unos años que el astroturismo destaca como un sector que gana más espacio, ofreciendo diversificación de la oferta y valor diferenciador y así también lo ha entendido la subsecretaría de Turismo.

Prueba de ello es el nivel de ocupación hotelera de la región de Coquimbo para julio del próximo año, cuando se produzca un eclipse total, el mayor hito astronómico de 2019. A más de un año del evento natural, la ocupación ya alcanza el 90% en La Seren Coquimbo y Valle del Elqui.