Matko Koljatic

El día en que Henry Ford cambió el mundo

Por: Matko Koljatic | Publicado: Martes 19 de febrero de 2013 a las 05:00 hrs.
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¿Cuáles serán las mejores decisiones de negocios de todos los tiempos? Los editores de la revista Fortune salieron a buscar la respuesta a esta pregunta y el resultado de su trabajo acaba de ser lanzado al mercado en Estados Unidos como libro (Ud. lo puede comprar en amazon.com como libro tapa dura o electrónico).

Las decisiones descritas son valientes y de alto impacto. Los autores contestan preguntas como las siguientes: ¿Qué hizo que el directorio decidiera traer de vuelta a Steve Jobs a Apple? ¿Qué hizo que Johnson & Johnson retirara del mercado todo el stock de Tylenol, cuando la alerta de envenenamiento sólo afectaba a un pequeño lote de producción? Así como estos, hay muchos casos más, pero, de todos los planteados, el que me pareció más interesante fue la decisión de Henry Ford de doblar los salarios de sus trabajadores, con lo que cambió la economía de Estados Unidos en el siglo XX. Permítanme resumirles la situación en los próximos párrafos, siguiendo el texto de la reseña en Fortune del caso.

Henry Ford tenía un problema. Estaba teniendo demasiado éxito. La popularidad del Modelo T le estaba obligando a repensar sus políticas de producción masiva. Ford había introducido el montaje en línea en su planta de Highland Park, Michigan, en 1913 y el nuevo sistema de producción había funcionado mucho mejor de lo que jamás imaginó. El año anterior a que se instalara la línea de ensamblaje, Ford había doblado la producción, doblando el tamaño de su fuerza de trabajo. Al año siguiente, volvió a doblar la producción, pero sin aumentar el número de trabajadores. La línea de ensamblaje había hecho tan eficiente a la planta de Highland Park, que de hecho la cantidad de trabajadores disminuyó.

El problema era que la rotación de personal se aceleró a una tasa alarmante. El aburrido y poco gratificante trabajo en la línea de montaje estaba produciendo renuncias en masa. Los hombres (no había mujeres en la planta en esa época) reaccionaban abandonando sus trabajos repetitivos y físicamente demandantes.

Siguiendo el consejo de su leal consejero, James Couzens, Ford decidió tomar una decisión radical. El 5 de enero de 1915, Ford y Couzens citaron a una conferencia de prensa en Highland Park para informar acerca de importantes cambios en las políticas laborales de la compañía. Primero, anunciaron que se reduciría las horas de trabajo diarias de nueve a ocho. Segundo, la compañía implementaría tres turnos diarios en vez de los dos turnos que tenía hasta entonces, ofreciendo nuevos puestos de trabajo. Pero, la gran noticia vendría con el tercer anuncio: sujeto a ciertas condiciones, Ford más que doblaría la remuneración diaria de sus operarios a US$ 5 diarios. La compañía estaba dispuesta a gastar US$10 millones adicionales al año para mejorar la productividad y la vida de sus trabajadores.

La noticia se difundió rápidamente más allá de South Michigan. “Un acto magnífico de generosidad” tituló el New York Evening Post. Sin embargo, el salario de US$ 5 diarios resulto ser una excelente inversión. En un año, la rotación bajo de 370% a 16%; la productividad creció de 40% a 70%. Entre 1910 y 1919, Henry Ford bajó el precio del Modelo T de US$ 800 a US$ 350, acrecentó su posición como el fabricante numero uno de automóviles del mundo y se convirtió en un billonario. Y, al subir los salarios, Ford expandió el mercado para el modelo T. Con sus salarios doblados, los trabajadores de la fábrica de autos Ford pudieron comprar los productos que producían. Ello desató una revolución en el consumo que ayudo a crear la nación más rica del planeta.

Este caso debiera dar para muchas reflexiones a los empresarios en el Chile de hoy. En momentos en que suben las remuneraciones, muchos observan el fenómeno como un problema de alza de costos. Ford nos ofrece otra perspectiva, la de la motivación y la productividad, que en último término hace que todos ganen. Le dejo a Ud. otras reflexiones.

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