Los preparativos de los bancos chilenos para decir adiós a las históricas tasas Libor
La Comisión para el Mercado Financiero detalló que ha estado monitoreando el proceso. Expertos plantean grandes desafíos para la industria chilena.
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Marzo arrancó con importantes cambios en la industria financiera a nivel global y Chile no estará exento. El 5 de marzo el ICE Benchmark Administration (IBA) anunció el cese definitivo de la publicación de las 35 tasas Libor, producto de la falta del acceso a la data necesaria para calcular de manera representativa este tipo de tasas.
Las tasas Libor son intereses determinados por los bancos para los préstamos interbancarios en el mercado de Londres. La Libor también se utiliza para determinar el precio de instrumentos financieros como por ejemplo derivados y futuros. A nivel local, los bancos la utilizan para emitir bonos en el extranjero u otorgar créditos.
Los cambios para este tipo de instrumentos se avecinaban hace tiempo y la muestra de ello es que a finales de 2020 el IBA publicó una consulta sobre su intención de dejar de publicar las tasas Libor en monedas distintas del dólar desde el 31 de diciembre de 2021 y todas las demás Libor en dólares desde el 30 de junio de 2023.
Estas transformaciones en la industria financiera tomaron fuerza luego que en 2012 algunos bancos asentados en Londres como Lloyds, Barclays y Royal Bank of Scotland manipularon las tasas Libor, lo que significó millonarias multas por parte del regulador británico a las compañías que se vieron involucradas en el escándalo.
Efecto en Chile
Aterrizando en Chile, los bancos y las autoridades se venían preparando para estos cambios. La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) detalló a DF que han estado monitoreando las acciones de las instituciones para esta transición desde principios de 2020.
El supervisor local indicó que se ha enfocado en solicitar información a los bancos sobre las medidas tomadas y las estimaciones preliminares del impacto que pueda generar la medida.
Esto ha llevado a que la CMF haya requerido de información complementaria por parte de la Dirección de Riesgos del órgano y "esta labor se llevará a cabo en todo el periodo 2021".
En sus labores de supervisión de la industria bancaria, la CMF solicitó información estadística relativa al saldo y número de operaciones indexadas a Libor, los instrumentos financieros y sobre todo: identificar vencimientos posteriores a 2022.
Consultada sobre los efectos en la banca por el fin de las tasas Libor, la CMF aclaró que "la mayoría de las instituciones bancarias que operan actualmente en Libor han decidido mantener la posibilidad de seguir operando con ella hasta que deje de ser factible. Sin perjuicio de comenzar a utilizar otras tasas de referencia en paralelo".
Destacó que "un hito relevante para el mercado de capital local, es el hecho de que el cese de la Libor en dólares para los plazos de uno, tres, seis, y 12 meses se pospuso hasta el 30 de junio de 2023, lo que ha descomprimido el proceso de transición en los bancos".
Manifestó que de acuerdo a los análisis efectuados para determinar los impactos en la industria, "se refieren a la necesidad de adecuar los términos contractuales, ciertos ajustes en la valorización de las operaciones, elementos operacionales y contables, apreciándose que los principales bancos que operan en este mercado, cuentan con una evaluación de los efectos del reemplazo de la Libor" y disponen de planes para llevar la transición".
Consutado el Banco Central sobre el proceso, manifestó que "está siguiendo estos desarrollos, sin involucrarse directamente en la definición de las estrategias de reemplazo que debiesen adoptar los participantes del mercado para contratos entre privados".
Los planes de la banca
Entre los seis bancos principales de la plaza en términos de participación de mercado, Santander fue el primero que reportó su situación y exposición con las tasas Libor.
El banco dirigido por Claudio Melandri indicó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC por su sigla en inglés) que la firma está trabajando en un programa de transición enfocado en "identificar los riesgos asociados con la transición y definir acciones de mitigación; desarrollar productos referenciados a las tasas de reemplazo propuestas; desarrollar un proceso de transición, a través de la renegociación de contratos existentes referenciados a Libor".
Al 31 de diciembre de 2020, Santander tenía una exposición a tasas Libor en préstamos de $ 362.331 millones; en depósitos de $ 582.979 millones; en instrumentos de deuda por $ 200.301 millones; en contratos de derivados financieros como activos por $ 614.035 millones y en contratos de derivados financieros como pasivos por $ 483.789 millones.
BancoEstado indicó que conformaron una mesa de trabajo para abordar los desafíos de las tasas Libor. La compañía presidida por Ricardo de Tezanos Pintos aclaró que por el momento "no vemos la necesidad de llamar a renegociar los contratos existentes".
La firma estatal aseguró que a diciembre 2020, la exposición a Libor "es muy poco relevante". Consultados sobre su exposición, en el frente de los activos están las operaciones de derivados y operaciones de crédito. Por otra parte, del lado de los pasivos, se encuentran los financiamientos de corresponsales y operaciones de derivados.
Desde Bci, explicaron que están siguiendo las recomendaciones dadas por el Alternative Reference Rates Committee. Siguiendo estas directrices, la entidad controlada por la familia Yarur ya ha incorporado las cláusulas de reemplazo de la tasa Libor a todas las nuevas operaciones.
El banco además expresó que con los nuevos plazos para las operaciones en dólares "el proceso de remediación contractual tendrá un horizonte más amplio para el caso de los clientes con operaciones en Libor en dólares. De todas formas, tenemos contemplada la posibilidad de generar remediaciones contractuales por anticipado una vez tengamos disponibles los nuevos productos en los sistemas del banco".
Banco de Chile, Itaú y Scotiabank, no estuvieron disponibles para comentarios.
Implicancias legales
La abogado de Barros & Errázuriz, María Olga Rivera, explicó que con el fin de las tasas Libor para el caso de las operaciones en dólares, la tasa SOFR ha sido la recomendada.
De esta manera, "las nuevas operaciones financieras tienen el desafío de establecer las cláusulas que permitan una adecuada transición a tasa SOFR".
Rivera apuntó que los pagarés asociados a dichos créditos deberán ser modificados "con el fin de asegurar que se mantengan ejecutables frente a los tribunales. Esto podría significar una importante renegociación de contratos".
La abogada consideró que también los acreedores que mantengan instrumentos sobre la base de tasas Libor deben estar atentos ante las cláusulas de transición que se puedan establecer: "Este tema debe ser una preocupación esencial para acreedores y deudores de créditos en dólares. Su discusión debe ser previa a las fechas de término de publicación de dichas tasas".
Los desafíos del proceso
En lo que respecta a desafíos del proceso, el socio de Deloitte, César Vega, señaló que en lo inmediato, la banca debe acelerar "su proceso de transición ordenada hacia la nueva tasa de referencia, ya que, al no ser un proceso guiado por el regulador, por lo cual no existe una exigencia de plazos ni emisión de guías para la transición, los bancos podrían estar sujetos a problemas de retrasos y sanciones que no necesariamente vendrán del regulador sino desde el mercado".
En caso contrario, podrían haber problemas: "puede materializar riesgos de asimetrías, inadecuada información hacia el mercado y conflictos de intereses que den lugar a riesgos de conducta", sostuvo Vega.
En términos de negocios, el fin de las tasas Libor implica cambios sustanciales. "Los bancos se verán afectados, primeramente, por la forma sobre la cual construyen sus negocios en determinados segmentos, lo que implica que deberán definir el porfolio de productos que se mantiene y la creación de nuevos productos a partir de la nueva tasa interbancaria de referencia", expresó Vega.