Inversionistas aplauden el gesto de moderación del presidente de Perú

Los bonos extranjeros de Perú se recuperaron más en un año después de que el presidente Pedro Castillo reemplazara a un primer ministro de extrema izquierda por una opción más convencional en un intento por mejorar las relaciones de su administración con los legisladores.

Las notas de referencia con vencimiento en 2031 subieron más de un centavo a 100,2 centavos por dólar el jueves temprano, mientras que el costo de asegurar la deuda del país contra el incumplimiento se desplomó más desde abril de 2020. primer ministro, en sustitución de Guido Bellido, un radical del gobierno de izquierda de Castillo que creó confusión el mes pasado al amenazar con nacionalizar el campo de gas más grande de Perú.

Los inversionistas están alentando señales de que Castillo está buscando un enfoque conciliador después de que los miembros más radicales de su gabinete crearan fisuras con los miembros conservadores del Congreso y arrojaran dudas sobre el compromiso del país con la inversión extranjera. El anuncio marca la segunda salida de alto perfil del gabinete de Castillo a poco más de dos meses de su presidencia, ya que señala un enfoque pragmático y de creación de consenso en las relaciones con el sector energético y otras industrias críticas para la economía.

"Esta es otra afirmación de un enfoque más pragmático de la política", dijo Edwin Gutiérrez, director de deuda soberana de mercados emergentes de Aberdeen Asset Management en Londres. Por el momento, la reorganización del gabinete es una señal suficientemente fuerte de que Perú seguirá siendo un lugar seguro para invertir en América Latina, agregó.

Existe el riesgo de que las medidas de Castillo rompan las relaciones con su propio partido socialista Perú Libre, poniendo potencialmente en peligro su agenda en el Congreso. Waldemar Cerrón, un congresista de Perú Libre, describió los nuevos nombramientos del gabinete como un acto de traición.

"Los congresistas de Perú Libre no apoyan este gabinete, porque lo consideramos una traición a todas las mayorías que han esperado muchos años para llegar al poder", dijo Cerrón a periodistas en Lima.

Vásquez, de 46 años, representa al Frente Amplio, o coalición del Frente Amplio, que incluye a socialistas, ambientalistas y políticos de centro izquierda.

Castillo nombró a otros seis nuevos miembros del gabinete, incluidos los ministros de Minería, Trabajo e Interior. El ministro de Finanzas, Pedro Francke, que es popular entre los inversores, permanecerá en el cargo.

Castillo dijo que las medidas mejorarían la "gobernabilidad" y dijo que era hora de poner los intereses de Perú por encima de la ideología.

El líder del partido Vladimir Cerron, hermano de Waldemar, había sido cercano a Bellido y lo defendió en publicaciones en Twitter. Bellido había sido acusado de simpatizar con grupos terroristas, aunque niega las acusaciones.

Cambio de gabinete debe excluir a derechistas, caviares y traidores. Es momento que Perú Libre exija su cuota de poder, garantizando su presencia real o la bancada tomar posición firme. Nuevo Perú y Frente Amplio ya fueron servidos.

"Los cambios parecen diseñados para brindar más tranquilidad a los mercados", dijo José Alejandro Godoy, profesor de ciencias sociales y políticas en la Universidad del Pacífico. "Tendremos un gabinete que participa en más debate, más abierto a la discusión, más cercano a una izquierda más moderada".

Bellido, quien duró 69 días como primer ministro, había amenazado con nacionalizar el campo de gas más grande de Perú el mes pasado, comentarios que otros miembros del gobierno intentaron volver a marcar en los días siguientes. Bellido dijo en una conferencia de prensa a fines de septiembre que el gobierno consideraría activar un mecanismo constitucional conocido como voto de confianza, que eventualmente podría conducir a nuevas elecciones para la cámara unicameral en la nación políticamente volátil.

"El voto de confianza, la interpelación y la censura no deben usarse para crear inestabilidad política", dijo Castillo en su discurso, en un velado reproche a Bellido.