IPC subió en EEUU en abril a su mayor ritmo desde la crisis financiera y todos los ojos se vuelcan a la Fed
Alza anual fue de 4,2% y 0,8% en el mes, ambos por sobre las estimaciones del mercado. Larry Summers puso nota de alerta.
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Las temidas presiones inflacionarias en Estados Unidos son cada vez más certeras. Así lo evidenció el dato de Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril para la principal economía del mundo, que se disparó a su mayor registro desde septiembre de 2008. Esto, en la medida que la recuperación económica se aceleró y los costos de bienes y servicios subieron ante el alza de las materias primas.
El Departamento del Trabajo reportó que en el cuarto mes del año el indicador subió 4,2% en doce meses, sobre el 3,6% esperado por analistas y que deja corto al 2,6% que ya había generado inquietudes en marzo. Respecto al mes anterior, el dato llegó a 0,8%, superior al 0,2% estimado por el mercado y al 0,6% de marzo.
El IPC subyacente -que excluye los precios de alimentos y energía- aumentó 3% en un año y 0,9% frente a marzo, la subida más alta desde abril de 1982. El indicador, también se superó las expectativas de 2,3% y 0,3%.
Si bien el mercado está atento a cualquier decisión que pueda tomar la Reserva Federal sobre medidas de liquidez y tasas de interés, las autoridades monetarias y fiscales han insistido que el incremento de los precios será transitorio.
De hecho, el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, admitió estar sorprendido por el IPC de abril, pero defendió que, aunque los precios seguirían subiendo antes de moderarse a fin de año, el alza será en gran medida transitoria.
El economista calificó las cifras como “un dato puntual” y argumentó que la inflación es impulsada por efectos de base, o sea que los precios son altos en comparación con lo que ocurría hace un año, cuando la economía se estaba cerrando y sufriendo los primeros impactos de la irrupción de la pandemia.
Las mayores alzas
Sin embargo, es innegable que el costo de la vida ha aumentado, y el economista jefe de Citi para EEUU, Andrew Hollenhorst, explica que “el informe mostró una combinación de presiones de precios transitorias y más persistentes”.
Los precios de autos y camiones usados -que representan más de un tercio del incremento- subieron un 21% interanual y un 10% el último mes, algo que según dice “refleja la escasez de semiconductores que están limitando la producción de automóviles con una demanda que sigue siendo muy fuerte”.
Los precios de la energía subieron un 25% en los últimos doce meses y el costo de los alimentos aumentó un 0,4% en abril. La vivienda, por su parte, experimentó un alza de 2,1% en el último año, un salto que según Hollenhorst “podría ser una fuente de inflación adicional a medida que siga el rápido aumento de los precios”.
“Me preocupa mucho que la evaluación de la Fed de que la inflación es transitoria, combinada con su política de no ser preventiva con respecto a la inflación, será repetir los errores de las décadas de 1960 y 1970”, advirtió el exsecretario del Tesoro, Lawrence Summers, quien dijo que las expectativas inflacionarias “se van a desanclar y la Fed se deberá enfrentar a decisiones profundamente difíciles”.
Movimientos hacia 2022
Por el momento, la Fed contempla que la inflación cierre este año en 2,4% en el país, y sigue apostando a que “regresará o quizás superará un poco” la meta de 2% en 2022 y 2023. Aunque el plan del banco central es subir las tasas de interés recién en 2023, los expertos no necesariamente coinciden.
Desde XTB, Pablo Gil sugiere que la Reserva deberá reanalizar el panorama a la luz de los nuevos datos, “ya que trabajar con una expectativa de tipos al cero por ciento hasta el año 2023 dada la recuperación económica y las presiones inflacionistas, no parece muy razonable en este momento”.
Gil estima que la Fed subirá las tasas a comienzos de 2022, y Hollenhorst prevé que el movimiento será en diciembre de ese año, debido a una inflación “más fuerte de lo que esperan las autoridades”.
El economista senior para EEUU de Capital Economics, Michael Pearce, estima que la inflación general alcanzaría un peak cercano al 5% en los próximos meses, y que se mantendría sobre el 4% la mayor parte de este año. “Con aún más de 8 millones de empleos cortos de su nivel prepandémico, sin embargo, esperamos que la Fed mantenga su línea moderada, incluso cuando las ganancias de inflación se amplíen en los próximos meses”, advirtió.