Fed acelerará reducción de su plan de compra de bonos y anticipa tres alzas de tasas el próximo año
A partir de enero la Reserva Federal comprará US$ 60.000 millones en bonos al mes, la mitad de lo que estuvo adquiriendo hasta noviembre. Con esto se estará duplicando la actual tasa de reducción de compras.
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El mercado tenía razón. En medio de una alta inflación, al concluir su última reunión de política monetaria del año los funcionarios de la Reserva Federal anunciaron que el retiro del plan de estímulo monetario que se implementó para enfrentar la pandemia será más rápido que lo anunciado previamente.
A partir de enero la Fed comprará US$ 60.000 millones en bonos al mes, la mitad de lo que estuvo adquiriendo hasta noviembre, cuando se puso en marcha el plan de retiro. Con este movimiento el mayor banco central del mundo estará duplicando la actual tasa de reducción de compra, con lo que se estima que el estímulo se terminará de retirar en marzo, y no a mediados del próximo año.
Y, con el fin de este proceso, se estima que comenzaría el esperado ciclo de alza de tasas de interés. Desde marzo del año pasado la Fed ha mantenido la tasa de interés en un rango de cero a 0,25% -algo que siguió igual en la reunión de este mes-, pero el Comité Central de Mercado Abierto (FOMC) prevé que el próximo año se realicen tres movimientos al alza. Luego, el instituto emisor realizaría dos subidas de tasas en 2023, para seguir en 2024 con dos alzas más.
Jerome Powell, presidente de la Fed, explicó en una conferencia posterior a la reunión que "el desarrollo económico y los cambios en las perspectivas justifican esta evolución de la política monetaria, que continuará entregando el apoyo adecuado a la economía".
Además, planteó que, como quedan dos reuniones para terminar el llamado taper -o retiro de estímulos-, "pensamos que era el camino adecuado a seguir". "Adelantar el final de nuestra reducción unos meses más es algo realmente apropiado", defendió.
El comunicado difundido por el FOMC reconoce que "los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia y la reapertura de la economía han seguido contribuyendo a niveles elevados de inflación". En noviembre el Índice de Precios al Consumidor subió un 9,8% en doce meses y el avance mensual llegó a 0,8%, lo que equivale a máximos en casi 40 años.
Este mes la Fed también revisó fuertemente al alza su expectativa de inflación para este año. Ahora espera que el IPC llegue a 5,3%, por debajo del 4,2% proyectado en septiembre. El próximo año el indicador llegaría a 2,6%, también encima del 2,2% estimado en el último ejercicio. En 2023 la inflación bajaría a 2,3%, y a 2,1% al año siguiente.
El panorama para el crecimiento tampoco es optimista. El Producto Interno Bruto (PIB) se elevaría 5,5%, expectativa inferior al 5,9% planteado hace tres meses. El año que viene, eso sí, la economía subiría un 4%, por sobre el 3,8% contemplado anteriormente. En 2023 el dato se ajustó a la baja, a 2,2% desde el 2,5% previo, y para 2024 se mantuvo en 2%.
En materia laboral el escenario es más alentador. Este año la tasa de desempleo llegaría a 4,3%, bajo el 4,8% contemplado en septiembre. El año que viene el indicador bajaría a 3,5%, donde se mantendría hasta 2024.