Coutiño de Moody´s Analytics: "Ya hay evidencia suficiente de que la inflación es más duradera que transitoria"
El economista plantea que la región sufrirá un efecto negativo del proceso de reducción de compra de activos de la Fed. Los países con mayor deuda y con “incertidumbre en el quehacer político y económico” serían los más golpeados, dice.
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Una dura crítica a los bancos centrales realizó esta mañana -en Primer Click de Diario Financiero- Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics. El economista mexicano plantea que la mayor parte de los institutos emisores del mundo "se equivocaron con respecto de la naturaleza de la inflación".
"La mayoría de los bancos centrales en el mundo repitieron el mismo argumento como si fuera una canción memorizada: la inflación es transitoria", indica, y recuerda que muchas entidades que ya tenían un proceso de inflación interno argumentaban que el efecto era transitorio. "Yo creo que hubo un error de percepción", lamentó en conversación con Marcela Vélez-Plickert.
El economista dice que el caso de Chile fue "muy ilustrativo", porque desde principios de año la entidad liderada por Mario Marcel estableció que tenía intenciones de mantener las condiciones monetarias en un terreno expansivo por un período muy largo, dos años desde comienzos de 2021.
"El central chileno pretendía mantener las condiciones monetarias muy estimulativas para la actividad económica cuando ya la economía chilena daba señales de estar alcanzando su nivel de producto prepandemia, el cual sucedió en el primer trimestre de este año". A su juicio, "mientras más se tardaron los bancos centrales en retirar ese estímulo monetario, más larga y duradera se estaba haciendo la inflación". Y agrega: "Al presente ya hay evidencia suficiente de que la inflación es más duradera que transitoria".
Hacia adelante, Coutiño plantea que los bancos centrales deben reconocer este "error de percepción" que los bancos centrales "cantaron a los cuatro vientos". Comenta que esto es algo que ha hizo la Reserva Federal de EEUU, pero alerta que no es algo que se haya adoptado en América Latina, donde los encargados de la política monetaria siguen hablando de una inflación transitoria cuando en varios países el IPC es más del doble que el objetivo de 3%, y sigue al alza. Destaca, por ejemplo, a Brasil con una inflación sobre el 10%, a Chile cuyo indicador "va para 7%" y a México, sobre el 7%.
Coutiño advierte que cuando los bancos centrales plantean que los precios al consumidor van a disminuir, pero no lo hacen, la imagen que se perjudica es la de ellos mismos. "Cuando la inflación sigue subiendo, y sigue subiendo, y sigue subiendo, empiezan a perder credibilidad", alerta. Y agrega: "El gran problema es que si están dejando que la inflación siga subiendo, los sonadores de precio van a empezar a apostar por mayores precios cada semana, y ese proceso cuando se desarrolla es muy difícil de parar".
Los ojos sobre la Fed
Coutiño anticipa que mañana, cuando concluya su última reunión de política monetaria del año, la Fed podría anunciar un cambio en la reducción de su programa de compra de activos. Tal como espera el mercado, y motivado por la inflación, el instituto emisor podría acortar a tres o cuatro meses el proceso que comenzó en noviembre y que -de momento- tomaría seis.
Explica que este proceso implica que la Reserva reduzca la liquidez en la economía, y eso lleva a condiciones monetarias menos acomodaticias. "Este es un choque negativo para los mercados, a pesar de que lo están esperando", alerta.
El economista precisa que cuando la Fed deje de comprar bonos va a haber una mayor oferta en el mercado. Con esto cae el precio y sube la tasa de ese tipo de bonos, de la mano de una apreciación del tipo de cambio.
"Ahí es donde América Latina va a empezar a sufrir el efecto negativo del proceso de reducción de compra de activos de la Fed, que yo diría está todavía por llegar" a la región, señala. Coutiño sugiere que "ahí es donde los bancos centrales latinoamericanos tienen que estar muy pendientes de cómo manejar el proceso, de tal manera que los mercados, dentro de lo que se pueda hacer, evolucionen de manera ordenada y no se presente una estampida. Ese es el miedo que tienen los bancos centrales en todo el mundo".
A su juicio, el proceso no va a ser "tan agresivo y virulento como el que tuvimos después de la crisis anterior", pero alerta que los mercados no se van a librar de la volatilidad. "Y en América Latina las monedas van a sufrir. El efecto importante sobre los mercados cambiarios de América Latina está por verse todavía", anticipa.
Puntualiza que los países más complicados son los que tienen mayores niveles de deuda, como Brasil -cuyo indicador está cerca de 80% del PIB-. También plantea que países con menores niveles de deuda pero con "incertidumbre en el quehacer político y económico", como México y Argentina, que "no han creado el ambiente de confianza y de estabilidad, van a sentir y van a sufrir el efecto de este proceso de reducción monetaria por parte de la Reserva Federal".