Nova Austral busca reestructurar bonos y propone plan para recuperar liquidez

Un complejo escenario es el que hoy vive la salmonera noruega Nova Austral, que opera en la región de Magallanes. Las consecuencias del caso donde se descubrió que la firma no entregó información fidedigna respecto de la mortalidad de sus peces, la ha seguido penando.

Como parte de una investigación penal -que en principio iba dirigida contra sus exejecutivos-, la justicia ordenó retener a la empresa $ 7 mil millones por parte del Estado, los que corresponden a incentivos de la Ley Navarino, que premia a las firmas que se instalan en zonas extremas de la región.

A esto se suma la presión de corto plazo en pago a los proveedores, donde el saldo de cuentas por pagar vencidos suma US$ 35,7 millones.

“Gestionar estas relaciones es cada vez más difícil, ya que esto también incluye proveedores de alimentos y materias primas”, señalaron en una presentación publicada en la Bolsa de Oslo, Noruega.

En este mismo documento, reconocieron que la empresa “se enfrenta actualmente a una difícil posición de liquidez hacia fines de julio. Después del último pago de intereses en mayo, la posición de liquidez de la compañía se mantuvo débil: el saldo de caja era de solo US$ 3,4 millones al 30 de junio”.

Y, además, pronosticaron que los próximos 12 meses serán “particularmente desafiantes”.

Por eso, los controladores de la compañía, los fondos Altor y Bain Capital, presentaron una propuesta para una solución a largo plazo que ayude a estabilizar la empresa, la cual consiste en una extensión de los vencimientos de los bonos por US$ 300 millones, hasta el 26 de nombre de 2026.

En detalle, los bonos se dividirán en dos tramos, donde aquellos con un monto nominal agregado de US$ 200 millones, se convertirán en “Bonos de Primer Gravamen”, con una tasa de interés de 10% anual y con una amortización de US$ 12,5 millones.

En tanto el resto, con un monto nominal agregado de US$ 100 millones, se convertirán en “Bonos de Segundo Gravamen” con un interés del 12%, “convertible en el 85% de todas las acciones del emisor si no se paga en el vencimiento o antes”, señaló la firma.

Asimismo, para proporcionar liquidez a la empresa, Altor y Bain Capital negociaron una solución con el banco DNB que le permitirá a Nova Austral retirar el monto total bajo el RCF (Facilidad de Liquidez del Patrocinador) y proporcionará US$ 15 millones en efectivo adicional a la empresa.

El tema será abordado en la junta de bonistas programada para el 10 de agosto próximo.

Según fuentes conocedoras, de aprobarse la propuesta, la compañía tendría un importante respiro en su estado financiero, permitiéndole afrontar de mejor manera el escenario actual. Además significaría un respiro para sus trabajadores que quienes viven días de incertidumbre luego de que se despediría a parte de su personal.

En total, la compañía cuenta con más de 1.000 empleados directos y otros 2.000 trabajadores indirectos que operan en la zona de Porvenir, donde la firma tiene su planta. Desde 2014, la empresa ha generado inversiones e iniciativas que superan los US$ 70 millones.