Destacan diversidad de vinos en Chile y avance de la cepa Carignan
Luis Gutiérrez, crítico de la prestigiosa publicación, resalta también la versatilidad de las tierras en el país.
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Un “nuevo Chile”. Así se refiere el crítico de la prestigiosa guía de vinos finos de Robert Parker -The Wine Advocate-, Luis Gutiérrez, a la creciente nueva ola viñatera que se está dando en el país.
“El nuevo Chile cuenta con nuevas zonas, nuevos productores, y vinos nuevos (...) El cambio está aquí y está para quedarse, para Chile y para el resto del mundo”, sostiene el especialista.
La fortaleza de los vinos de Chile está en la diversidad de variedades, así como los climas y regiones. A juicio de Gutiérrez, “Chile no necesita encontrar una uva insignia para emular, como ha sucedido en Argentina con el Malbec”.
Al respecto advierte que el predominio de esta última variedad en el país vecino puede ser peligroso, ya que “corre el riesgo de convertirse en una mercancía que se produce en cualquier lugar”. Sentencia que Chile tiene más potencial para la diversidad que Argentina.
En ese escenario de diversidad el especialista -que visitó el país en febrero- observó que hay una uva ganando terreno a cada minuto: la Carignan.
Esta cepa llegó a Chile hace unos 60 años y fue casi olvidada. Excepto por algunas viñas sobrevivientes en el Maule, que desde fines de los noventa reflotaron estos vinos en el mercado. Incluso este proceso llevó en 2011 a la creación del Vigno (abreviatura de Vignadores de Carignan), que agrupa a las viñas que producen esta cepa, como Undurraga o De Martino.
La crónica de The Wine Advocate indica que, hay otras variedades de uva de clima cálido en alza. Así es como ha repuntado la Garnacha y el Monastrell. En este caso el crítico destacó a la viña Lapostolle.
Sangre joven
Gutiérrez sostiene que “hay sangre joven” detrás de esta revolución del vino chileno.
Algunas de las grandes bodegas se han dirigido a jóvenes enólogos que están actualizando su viticultura, las prácticas y los vinos, como Rafael Urrejola a Undurraga o Rodrigo Soto en Veramonte.
Las grandes bodegas tradicionales como Santa Carolina, bajo la guía de su enólogo jefe Andrés Caballero, están invirtiendo en proyectos de investigación para recuperar las tradiciones del pasado y desarrollar nuevos productos. “Otras personas que son importantes en la fabricación de este cambio son enólogos como Marcelo Retamal, de De Martino (quizás el líder espiritual de toda esta revolución), Marcelo Papa, de Concha y Toro, y tantos otros”, puntualiza el especialista.