American Airlines tras acuerdo con JetSmart: “Las alianzas, después del Covid-19, son una necesidad”
Vicepresidente de Operaciones Internacionales de la mayor aerolínea del mundo dice que toda la industria se está moviendo en este sentido.
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El año 2020 entregó a las aerolíneas del mundo una hoja en blanco para que rediseñaran estrategias, operaciones y buscaran oportunidades de negocio en un mundo distinto.
La llegada del Covid-19 no solo las volcó a lo interno, sino que también modificó las preferencias y destinos de los pasajeros.
Por ello, se ha hecho urgente evaluar con rapidez y flexibilidad cada paso que se da para ganar terreno, cuenta José Freig, quien en abril asumió la vicepresidencia de Operaciones Internacionales de American Airlines, la mayor aerolínea del mundo.
Dieciséis meses después, dice, el mercado aeronáutico ha empezado a levantar vuelo de la mano de la reactivación de la demanda y, con ello, ha pasado a reconfigurarse.
Por ejemplo, en América Latina, tres de las firmas más grandes están por salir de procesos de reorganización financiera; mientras otras de distintos países han desplegado alas buscando nuevos destinos.
“Las alianzas, después del Covid-19, son una necesidad. Para nosotros, la visión es clara: que American crezca a nivel global, ya sea a través de combinaciones con aerolíneas grandes (como la alianza OneWorld) o alguna otra forma de participación”, explica.
A su juicio, esa es la vía para llegar a lugares que, por sí solos, no podrían. Es el caso del pacto con Alaska Airlines, para atender al noroeste de la región norteamericana, o con JetBlue para hacer lo propio con la costa este.
Bajo esa premisa, decidieron abarcar también más en América Latina, donde dieron una sorpresa al anunciar hace unos días un acuerdo con JetSmart.
Consultado al respecto, Freig detalla: “Nos da la oportunidad de abarcar un mercado que desde EEUU no teníamos la capacidad de hacer (...) Podremos crecer en Santiago de Chile y en Buenos Aires; lo mismo en Sao Paulo o Río, con Gol. Son esas empresas que nos ayudan a conectar a sus pasajeros a las ciudades más chicas”, detalla.
Para ellos no es nada nuevo. Ya manejan un modelo de negocio similar con American Eagle, que se encarga de operar los vuelos domésticos en EEUU, con aviones más pequeños. “Ese modelo, curiosamente, no se puede hacer orgánicamente con una empresa como la nuestra”, apunta.
Aun así, explica, “ahora es que empieza el trabajo difícil”.
“Hay que empezar a hacer la comparación de las políticas de las dos aerolíneas, ver cómo y dónde se puedan alinear. Pero es un trabajo que apenas comienza”, reconoce.
Y agrega que, hasta ahora, lo que sí tienen confirmado es que JetSmart pasará a adoptar el programa de millas AAdvantage, en el que están inscritas las 14 firmas de OneWorld, otras aerolíneas participantes y más de 1.000 empresas asociadas.
“Al final de cuentas, lo que queremos es que nuestro cliente de American, más allá de que iniciara su vuelo en Miami e hiciera una conexión con JetSmart, Gol o British Airways, en Londres, tenga una experiencia sencilla y sin inconvenientes”, explica.
Competencia y desafíos
A juicio del ejecutivo, todos estos movimientos en la industria aumentarán la competencia. Ya no sólo será entre las grandes, como ha sido históricamente en su caso con Delta y United Airlines, sino a través de las mismas alianzas que muchos están logrando.
“Obviamente ellos van a querer seguir creciendo. Ellos también están viendo y han tomado ciertas decisiones muy similares a nosotros. Entonces, nos seguiremos viendo a niveles de grandes y de alianzas más chicas. La diferencia viene siendo en cómo podemos, en cada una de nuestras propias áreas y regiones, encontrar mejores alianzas”, describe.
Y los cambios no son solo estratégicos. Además de toda la adaptación que también han tenido que hacer en cuidados preventivos, están buscando cómo hacer frente al impacto en los vuelos largos.
“En los vuelos cortos tenemos menos desafíos. Me siento muy confiado en que las vacunas permitan volver a operar al 100%”, señala y agrega que actualmente incluso están más cerca del 90% respecto de los niveles prepandémicos en vuelos domésticos.
En los de largo alcance, dice, las fichas están puestas en la reactivación de viajes a Europa, para el verano de 2022, “que podría verse como el verano de 2019 o hasta mejor”, asegura Freig.