Extensión del estado de catástrofe obliga a repensar la campaña para el plebiscito
Comandos por el Apruebo y el Rechazo rechazan la idea de postergar o, peor aún, suspender el plebiscito de entrada. Pero la evolución de la pandemia puede determinar otra cosa.
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Faltan 63 días para que comience la campaña para el plebiscito constituyente. Un proceso para el que los comandos de diferentes partidos y organizaciones civiles tenían planeado banderazos, sesiones comunitarias, visitas puerta a puerta, etc. Todas actividades que ahora parecen impracticables, por no decir contraproducentes, en medio de la crisis sanitaria.
Expertos han señalado que si el ritmo de contagio actual continúa, es posible que para fines de agosto el país recién esté saliendo de la peor parte de la ola. Hasta ahora, la experiencia de los países europeos demuestra que el levantamiento de las cuarentenas y restricciones debe ser paulatino. Alemania, que salió de cuarentena a mediados de abril, ha prohibido cualquier evento masivo hasta fines de octubre.
A pesar de esto, la mayoría de comandos de campaña rechazan la idea de que el plebiscito pueda postergarse desde ya por segunda vez. “Respaldamos que el calendario actual se mantenga”, afirma Manuel Gallardo, secretario ejecutivo de la campaña “Yo Apruebo” de la DC. Pero agrega de inmediato: “La única razón válida sería sanitaria”, en referencia a la posibilidad de que para octubre el país todavía esté en estado de emergencia.
Su par de Revolución Democrática y del comando Que Chile Decida, Daniel Andrade, coincide en citar que “toda la política, incluido el plebiscito” debería enmarcarse en la necesidad de garantizar primero la salud y bienestar de la población.
Pero pensar que para octubre el país aún no ha superado la pandemia es un caso extremo. En el que podría considerarse un “escenario base”, Chile podría estar en condiciones de realizar un sufragio el 25 de octubre, las dudas surgen en torno al período de campaña previo.
“La discusión es ociosa, porque el nivel de incertidumbre es tal que ni se puede decir que el plebiscito se va a hacer, ni que no va a ser posible”, afirma el analista político, Gonzalo Cordero. Un nivel de incertidumbre que también quita sentido a cualquier demanda de un “gesto político” de parte del Ejecutivo. “No cambia nada que se ratifique que se hará el plebiscito, que ya está en una reforma a la Constitución, porque la realidad es la realidad”, agrega.
En la agenda, el presidente de RN, Mario Desbordes, partido en el que conviven comandos por ambas posturas, cree necesario esperar hasta fines de julio. “Ahí deberemos juntarnos los presidentes de los partidos que firmamos el compromiso de noviembre y con la información que nos entreguen los expertos evaluar si existen las condiciones no solo para el plebiscito en octubre, sino el período de campaña respectivo”, señala.
Clave lo que pase en Europa
Cordero apunta que también será clave lo que pase en Europa. De darse una segunda ola durante el otoño en el hemisferio norte, ¿sería posible avanzar con eventos públicos y algo tan masivo como un proceso electoral?
En comandos por el Apruebo consideran que sí, bajo medidas de distanciamiento y cuidado. “Esperamos un pronunciamiento oficial del Servel sobre los reglamentos del plebiscito y de la campaña”, apunta Andrade.
Desde este sector se acusa a comandos del bloque por el Rechazo de promover la idea de que se postergue, o incluso, se suspenda el plebiscito de entrada acusando no solo la situación sanitaria, sino la grave recesión que la pandemia está provocando en el país. Esta última opción, cancelar el plebiscito, no es viable en el análisis de Cordero, por el alto costo de incumplir el compromiso político. Desbordes coincide y advierte que las propuestas de suspender el plebiscito de entrada o postergarlo por razones económicas “no son prudentes”.
Pero no es cierto que todos en el sector por el Rechazo apoyan esa idea. “Queremos que se realice el plebiscito de octubre. No solo porque estamos convencidos de que va a ganar el Rechazo, sino porque creemos importante que cerremos este capítulo para comenzar a reconstruir de verdad el país”, afirma Sonja del Río Becker, del comando independiente #YoVotoRechazo.
¿Qué tipo de campaña?
A pesar de la voluntad de seguir adelante con la campaña, en los comandos sí reconocen las dificultades que supone la necesidad de mantener por más tiempo las cuarentenas y, posteriormente, restricciones y medidas de distanciamiento social. En Que Chile Decida por ahora no han delineado la estrategia. En #YoVotoRechazo están proyectando que la campaña tendrá que mantenerse básicamente a través de redes sociales y medios de comunicación masivos.
Gallardo, de la DC, ve precisamente en este punto una desventaja. Según él, la mayoría de comandos por el Apruebo no cuentan con recursos para realizar una campaña mediática de largo aliento y alcance. El corazón de la campaña delineada hasta febrero eran las actividades en terreno, como los “puerta a puerta”.
Desbordes no ve mayor problema y asegura que actividades en terreno podrán realizarse bajo medidas de cuidado y distanciamiento. Cita como ejemplo elecciones recientes en Corea del Sur o actividades públicas en países en Europa.
Su diagnóstico suena optimista. Considerando que ni el aumento de muertes y contagios ha logrado que se cumpla de forma debida la cuarentena. Pero más que optimismo su diagnóstico suena a necesidad. Postergar (por razones no sanitarias) o poner en duda el plebiscito agravaría la ya alta desconfianza en las instituciones, y se arriesgaría a un regreso del estallido en las calles. “Hay que tener mucho cuidado”, advierte.