Alex Fischer tras su alejamiento de Baraona: “Se trata de un proyecto en donde tuvimos una divergencia legítima y era mejor seguir separados”

Tras casi cinco años como socio del estudio Baraona, Fischer & Cia, el especialista en temas tributarios, Alex Fischer detalla cómo ha sido el proceso de división del estudio que comandaba junto a Juan Manuel Baraona.

Relata que la decisión, que lo llevó a separar aguas junto a otros cinco socios de la firma (Carolina Collantes, Isabel Espinoza, Juan Cristóbal Ortega, Boris León y Cristóbal Herrera) y quedarse con más del 70% de los integrantes del equipo, es una idea que venían madurando desde hace algún tiempo.

“La verdad es que en la oficina estábamos conviviendo dos proyectos y equipos de trabajo bien diferenciados y eso llevaba un par de años así… Y, aunque la división formalmente se dio ahora en enero, las decisiones principales se tomaron hacia fines del año pasado”, explica Fischer.

Comenta que, justamente, esta forma de trabajar ha hecho que la separación no sea tan traumática. De hecho, dice, junto al equipo de Baraona continuarán compartiendo oficina y una parte del personal administrativo hasta mediados de año.

El abogado, aunque se esmera en destacar que hasta ahora el proceso se “ha dado en buenos términos”, admite que también ha sido fruto de una negociación. “Hay que tener claro que uno no las puede ganar todas y lo que uno considera justo, la otra parte puede no. Esa receta con altos y bajos la estamos logrando aplicar”, señala Fischer.

- Pero ¿qué es lo que gatilla esta separación?

- Hay algunas expectativas que efectivamente no se cumplieron, pero yo diría que esa no es la razón de fondo. Al final es más la necesidad de poder poner el objetivo que tenemos en vista desde el principio sin que el proceso sea tan difícil.

En el día a día hay un montón de decisiones que hay que tomar para lograrlo, como por ejemplo; qué hacer con las comunicaciones, la remuneración de los asociados, los bonos, las contrataciones, etc, donde hay gente que las toma a distintos ritmos y ese camino que este grupo tiene una manera distinta de recorrerlo.

- ¿Cómo queda la relación con la otra parte?

-En buenos términos, en el sentido que ambas partes estamos colaborando para que el proceso sea lo mejor posible para todos… Hay un respeto profesional mutuo, y no he escuchado a nadie decir que ha habido algún tipo de deshonestidad o traición, más bien se trata de un proyecto en donde tuvimos una divergencia legítima y era mejor seguir separados.

-¿Cuál es el tipo de oficina que quieren configurar con Fischer & Cia?

- Hay dos cosas que nos motivan: uno, es el trabajo en el equipo y la horizontalidad con que trabajamos. Y lo segundo, es la idea de no quedarse pegado con las soluciones tradicionales. Siempre hay que cuestionar las cosas que se saben y que uno cree que ya está la solución dada, para eso se necesita una oficina en que haya diversidad, donde el mérito sea lo más importante al momento de promover a la gente, en que haya capacidad de crecer para generar el espacio y el talento. Eso significa mucha inversión en desarrollo, en trabajo al cliente, porque si no, se estanca la máquina y se comienza a perder a la gente buena.

- Claramente no parten como una oficina chica, ¿cuál es su aspiración en cuanto a tamaño y diversificación?

- Hoy día somos 49 personas en el equipo (casi el 90% del equipo tributario se queda con Fischer), pero dentro de este grupo están además de abogados, personal administrativo, marketing y comunicaciones. Una firma es grande si tiene más de 80 profesionales, queremos crecer pero hacerlo en la medida que uno pueda dar buenos servicios, tener buenos clientes y que se demanden estos servicios.

Queremos crecer en las áreas relacionadas a los negocios.

- ¿Qué tanto espacio existe en el mercado para una nueva oficina legal? ¿y qué tan rentable es?

- Bueno, en esto último tenemos la misma duda (ríe)… Pero, te diría que en el área tributaria hay bastantes cambios y, por lo tanto, también más posibilidades de proyectos independientes porque hay mucha demanda por el servicio y todavía la oferta es poca. Es verdad que hay muchas firmas más chicas que se están especializando en áreas específicas con la misma dinámica que el área tributaria y la gran duda es cuáles de esas van a crecer y lograr penetrar el círculo de oficinas grandes y dominantes, que es un poco lo que nosotros estamos apostando a mediano plazo. Pero en un país que se hace cada día más amplio y más abierto y diverso, debiera haber espacio para firmas más grandes.

- ¿Por qué hacerlo en un contexto de crisis?

- La verdad, es que es un tema que se venía arrastrando hace harto tiempo y había que tomar la decisión si seguíamos con esto o no… Si uno quiere estar preparado, creemos que las crisis se enfrentan mejor si hay un equipo más cohesionado y eficiente, y de enfrentar una crisis prefiero tenerla en estas condiciones que en la otra.