Consumo

Heladería Bravissimo enfrenta millonarias demandas y tuvo que devolver locales en arriendo por impagos

La compañía está en una complejísima situación financiera, pero uno de sus socios afirma: “Nuestra empresa está luchando por una continuidad”.

Por: José Troncoso | Publicado: Jueves 4 de junio de 2020 a las 12:21 hrs.
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Foto: José Montenegro
Foto: José Montenegro

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La tradicional cadena de heladerías Bravissimo está al límite: enfrenta millonarias demandas de algunos de sus bancos acreedores y proveedores por deudas impagas. La complejísima situación financiera de la empresa se arrastra desde antes de la crisis social y luego la sanitaria, pero la pandemia le acertó un duro golpe que la tiene al borde de la quiebra.

La compañía llegó a tener decenas de sucursales repartidas por las principales ciudades del país. Hoy, por la pandemia, la mayoría están cerradas. Otros locales han sido reclamados por sus propietarios por el no pago de arriendo.

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De hecho, hace unos días, la justicia dejó a firme una sentencia que obliga a los dueños de la heladería a devolver el emblemático local de Las Tranqueras, casi esquina Av. Las Condes, por no pagar las rentas a partir de agosto del año pasado.

La división de centros comerciales de Cencosud –en varios de los cuales tiene o tuvo presencia la heladería- también ha seguido acciones legales en contra de la empresa por el no pago de arriendos y por entregar cheques sin fondos.

A esto se suman varias demandas de Banco Estado y Scotiabank. Este último, en una de sus acciones judiciales, pidió el embargo de bienes de la sociedad Alimentos La Creme Limitada (controladora de la heladería) por una deuda que supera los $ 420 millones más intereses. El Banco Santander es el principal acreedor.

Incluso, una empresa que le arrendaba maquinaria especializada con opción de compra, como vitrinas de gelatería, solicitó la devolución de los bienes por no pago de las rentas.

“Somos un riesgo para el banco”

El negocio partió en 1987. Ese año, Guillermo Prieto lideró a un grupo de socios en un nuevo emprendimiento que se llamó Bravissimo: una heladería orientada a los jóvenes con pantallas de televisión con proyección de video clips.

La empresa partió con un primer local en Providencia. El éxito no fue inmediato. La estacionalidad de los helados los llevó a ampliar el concepto y sumaron desde pasteles hasta hamburguesas, pasando por un amplio espectro de opciones, como desayunos y almuerzos. La apuesta fue tener alimentos para todo el día.

La empresa se transformó en una de las principales heladerías del país, con locales entre Calama y Temuco, concentrados principalmente en Santiago.

No obstante, la nueva competencia, tanto local como de marcas extranjeras, le asestó un duro golpe, a lo que se sumó una baja rentabilidad de algunas sucursales ubicadas en zonas con poco tráfico.

Los dueños de la firma intentaron sumar un nuevo socio; hubo negociaciones avanzadas, pero no se llegó a acuerdo con ninguno de los interesados en la empresa.

Las negociaciones no fueron fáciles dado que varios de los interesados en entrar a la propiedad de la firma pidieron que primero se iniciara un Procedimiento Concursal de Reorganización de la Empresa Deudora.

Este es un procedimiento judicial que tiene por finalidad la reestructuración de los pasivos y activos de una empresa deudora, cuando ésta es viable.

Pero la crisis social y luego la pandemia espantó a los interesados.

Consultado por la actual situación que vive la empresa, el propio Guillermo Prieto dijo a Diario Financiero: “Con gran fuerza estamos trabajando duramente para salir de esta complicada situación. A pesar que todos los operadores de retail estamos muy debilitados por no poder abrir nuestros negocios, existen arrendadores que no están alineados con sus arrendatarios, solicitando la entrega del inmueble”.

El empresario –que presidió la Asociación Chilena de Gastronomía por dos periodos- recalcó las dificultades que ha enfrentado la industria. “Está muy golpeada y casi en el abismo”.

Además, cuestionó el financiamiento bancario impulsado por el Gobierno para apoyar a las PYME y empresas.

“Los créditos Covid son esquivos para la mayoría de los restaurantes y negocios, ya que somos un riesgo para el banco. A pesar de que existe el aval del Estado, igual nos han pedido avalar el 100% del crédito”, dijo Prieto, quien aseguró: “Nuestra empresa está luchando por una continuidad”.

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