Gobierno se abre a reanudar ciertas obras de construcción privada en las zonas en cuarentena
Entre los temas clave del protocolo sanitario para el retorno paulatino a la actividad está la movilización de los trabajadores en sistemas de transporte privado.
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Cuando ya se cumplen dos meses de confinamiento total en Santiago, el ministro de Economía, Lucas Palacios, dio ayer una clara señal en el sentido de un paulatino retorno a la actividad en los proyectos de construcción privados ubicados en las zonas en cuarentena.
En contraposición a las obras de infraestructura pública que han sido definidas como esenciales, los proyectos constructivos no fiscales están detenidos por la normativa sanitaria, lo cual ha implicado que un total de 902 iniciativas estén detenidas en todo el país.
“Ahora estamos pensando incorporar algún tipo de construcción de infraestructura privada en zonas con cuarentena, en la medida que se puedan aplicar bien y se puedan fiscalizar esos protocolos en el lugar de trabajo, y también buscar la manera en que el transporte de trabajadores desde sus hogares hacia el lugar de trabajo sea seguro”, indicó Palacios en el podcast Conversaciones DF.
La autoridad precisó que “vamos a ir poco a poco, porque justamente la idea es ir avanzando, aunque sea de a poco, pero en forma segura y no tener que después echar pie atrás a la semana siguiente cuando vemos que las cosas no han avanzado como corresponden”, enfatizó.
El sector calificó los anuncios de Palacios como “una buena noticia”. El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Patricio Donoso, señaló que “si bien no estábamos al tanto de lo que comunicó el ministro, lo esperábamos dado el contexto sanitario y la importancia de reactivar obras como un mecanismo de generación de empleos. Ya han pasado ocho semanas donde muchas empresas han tenido que soportar las paralizaciones y los recursos son finitos”.
Destacó que el contacto entre la CChC y el gobierno ha sido fluido desde el día uno, y que mientras en un principio las comunicaciones estuvieron enfocadas en la validación de los protocolos para aplicar en las faenas, ahora han estado puestas en afinar detalles para ver de qué forma retomar las obras.
Esto tiene especial urgencia porque la paralización producto de la pandemia se ha traducido en la pérdida de 338 mil empleos y costos por US$ 443,9 millones, según las últimas cifras al 2 de julio de la CChC.
El factor transporte
Si bien valoró que el sector constructor cuente con protocolos en los lugares de trabajo “muy exigentes”, Palacios recalcó que uno de los grandes problemas pendientes para una reapertura paulatina es el traslado de los trabajadores desde sus casas hasta los lugares de trabajo. Por esto, le solicitaron a la industria medidas adicionales. La idea -precisó- es partir por las zonas donde existe una tasa de menor contagio y con las mismas exigencias a todas las empresas, sin importar su tamaño. “Aquí no puede existir ninguna distinción por tamaño de empresa”, recalcó.
Respecto a estas medidas adicionales, Donoso indicó que propusieron en una primera etapa generar transporte privado para el traslado de los trabajadores desde y hacia las faenas, hasta que se autorice un uso más intensivo del transporte público.
Las claves del protocolo
La CChC elaboró un detallado protocolo que establece resguardos en toda la cadena logística de un proyecto en ejecución. En lo específico a las obras, se plantean medidas de control a la entrada y salida de las faenas, como toma de temperatura y lavado de manos, pero también acciones que buscan disminuir la concentración de personas en un mismo espacio. Algunas de ellas son diferir los horarios en grupos acotados de entrada/salida y de almuerzo. Además, se establecen normas para el transporte de materiales, la manipulación de esto y acciones preventivas en los puntos de venta.
“Ahora lo más perjudicial es no poder avanzar ni generar ingresos. La disposición está en poder generar el mecanismo, hacer los ajustes y la inversión, y asumir los costos que implica establecer los estándares sanitarios que se requieren”, señaló Donoso.
Desde Moller & Pérez Cotapos e inmobiliaria Norte Verde aseguraron estar preparados para una “reactivación responsable” e hicieron hincapié en la necesidad de poner en marcha esto lo antes posible. “Es clave que se reactive la construcción con protocolos de seguridad, porque es un sector que beneficia a una gran cadena de industrias, productos y pagos”, dijo el gerente general de Moller, Marcos Retamal.