Diez claves de una carrera a contrarreloj por los 155 constituyentes
El 11 de abril -en menos de seis meses– se definirán las fuerzas al interior de la convención que necesitará de acuerdos de 2/3 para redactar una Constitución, hasta junio de 2022 (como muy tarde). Estas son algunas pistas para comprender la importancia de esta elección, tanto para la nueva carta fundamental como para el tren de elecciones que celebrará Chile, y los dilemas que enfrentan por estos días las diferentes fuerzas políticas.
- T+
- T-
1 El modelo
La convención será electa al 100%. Los 155 constituyentes serán escogidos por la ciudadanía de la misma forma que la actual Cámara de Diputados, es decir, el país se dividirá en 28 distritos y en cada uno se elegirán entre tres y ocho constituyentes. Cada lista puede presentar un postulante más que la cantidad de vacantes que existen (si en La Florida se eligen ocho convencionales, por ejemplo, las listas en este distrito pueden presentar nueve candidatos). No son listas cerradas, por lo que cada elector puede darle su preferencia a cualquier postulante a la convención, aunque se encuentre al final de la papeleta.
2 El resultado
Con el sistema electoral proporcional, el resultado se obtiene de la siguiente manera: se suman los votos obtenidos por cada lista y el resultado se divide por la cantidad de cupos existentes en el distrito (ocho, siguiendo con el ejemplo de La Florida). Luego, por el Sistema D’Hondt –un método matemático para asignación de escaños– que obtiene el número de cargos electos en proporción a los votos obtenidos por la lista.
3 La paridad de género
Es la gran novedad de la elección de la convención. Es una paridad de resultado, no solo de candidaturas. De acuerdo a algunos expertos, puede producir alteración en las electividades, pero siempre al interior de los bloques. Por ejemplo: si una lista tiene derecho a elegir a dos convencionales por su votación y son dos hombres, el segundo sería reemplazado por la mujer que tenga la primera mayoría entre las mujeres de la lista. Puede ocurrir, por lo tanto, que hombres con mucha votación puedan quedar fuera por efecto de la paridad. Esto supone algo que las expertas feministas rechazan de plano: suponer que las mujeres sacarán menos votos que los hombres.
El 11 de abril, en tanto, las listas serán encabezadas siempre por una mujer.
4 Tres listas
Todo hace presumir que habrá tres listas.
La de la derecha -pese a los problemas, irían en una sola lista–, la de una buena parte del Frente Amplio con el PC y una tercera, la Unidad Constituyente compuesta por: DC, PPD, PR, PS, PRO (de ME-O) y CIU (Ciudadanos). Quizás se le podría unir el Partido Liberal y una parte de RD.
Resulta difícil que la oposición logre una sola lista y lo complejiza la propia inclusión de independientes. Se calcula que si el sector fuera en más de dos listas, solo favorecería a la derecha.
5 La importancia de esta negociación
Las listas tienen importancia por la Constitución, por cierto, pero también por lo que viene. Porque lo que está negociando el mundo político para la convención se proyecta a la parlamentaria, en lo inmediato. Puede no reproducirse –porque la DC quiera ir de nuevo sola, como en 2017–, pero se estima que serán acuerdos globales. Hay quienes aseguran que la definición constituyente podría prefigurar las coaliciones de los próximos ocho años (es decir, un par de períodos presidenciales).
6 La derecha
La derecha, evidentemente, no es solo el 23,93% en Chile (el voto del “Rechazo”).
Como han advertido algunos de sus dirigentes, si el sector logra conservar entre un 32% y 35% de la votación, puede elegir en torno al 40% de la convención (con lo que asegura el tercio necesario para vetar en la discusión constitucional). Es lo que le sucedió en la Cámara con el sistema proporcional en la última parlamentaria: aunque obtuvo en torno al 37%, tiene el 44% de los diputados.
Existe, sin embargo, otro elemento: la derecha ha mostrado su nivel de movilización en otras ocasiones, como quedó de manifiesto entre la primera y segunda vuelta presidencial de 2017, cuando Piñera pasó del 36% al 54%.
7 El voto popular
En el plebiscito del 25 de octubre, el “Rechazo” no se quedó en la casa, como se pudo suponer en un comienzo. Los análisis de los datos han mostrado que en las comunas de altos ingresos -Las Condes, Vitacura, Providencia, La Reina, Lo Barnechea, etc – se mantuvo el electorado (subió un 1%). Pero en el grupo de las comunas populares –Puente Alto, La Pintana, PAC, San Joaquín, Cerro Navia, Renca, Lo Prado, Lo Espejo– el promedio del alza es de un 28%. En las comunas de clase media, en tanto, creció la participación en torno a un 14%. Este electorado de las zonas populares –abrumadoramente por el “Apruebo”– ¿tomará distancia de una derecha que se refugiara con el “Rechazo” y sus rostros? ¿y de una centroizquierda dispersa? Es un terreno en disputa.
8 Oposición
Aunque la oposición obtenga el 65% de la votación, podría quedar subrepresentada si va fragmentada. Aunque, de acuerdo a expertos del sector, ir en dos listas tiene su lógica de eficiencia electoral: se evitaría lo que pasaba antes con los concejales con una sola lista, cuando quedaba mucha gente fuera que finalmente renunciaba a los partidos.
9 El dilema de la izquierda
Si el Frente Amplio va en una lista con el PC, hay quienes sostienen que podría pasar que el PC “se comiera” a buena parte del Frente Amplio. Para entender la ecuación hay que remontarse a la parlamentaria 2017, cuando bajo la influencia de la candidata presidencial Beatriz Sánchez (20%), el Frente Amplio obtuvo el alrededor del 15%, que se explica por la buena votación de figuras como Giorgio Jackson o Vlado Mirosevic, que permitieron elegir a otros con el 1% o 2%. El porcentaje de Sánchez es el mismo que hoy estaría con el alcalde PC Daniel Jadue para la presidencial 2021. Ese “chorreo” de liderazgo podría, por lo tanto, esta vez favorecer a los comunistas.
10 Y de la centroizquierda…
Si al Frente Amplio le ocurre este fenómeno con Jadue –que irradia al PC tanto para los convencionales como para las parlamentarias y otras elecciones–, la exConcertación necesita instalar una figura presidencial que simbólicamente vaya adquiriendo cuerpo. En un escenario donde se observa un desplazamiento a la izquierda del electorado, este sector lo tiene difícil. Arriesga un cambio de hegemonía en el mundo de la oposición y que el candidato moderado de la oposición llegue tercero en la presidencial 2021.