Pese a bajo IPC de febrero, las presiones inflacionarias persisten y el conflicto Rusia-Ucrania sigue sumando preocupaciones
Analistas anticipan que en su reunión de este mes, el Banco Central subiría la TPM entre 150 y 200 puntos base.
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Sorpresa generó en el mercado la moderación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante febrero, que reportó un alza mensual de 0,3%, o sea menos de la mitad del 0,7% que anticipaba la media del mercado. Eso sí, en los últimos 12 meses el costo de la vida ha aumentado un 7,8%, manteniéndose en niveles que no se veían desde diciembre de 2008.
¿Qué provocó la baja mensual? Martina Ogaz, analista de Estudios de Euroamerica, destaca las disminuciones de paquete turístico y transporte aéreo, de 24,3% y 17,5% desde enero, respectivamente. Dice que de estos se esperaba una moderación, dada la importante alza que registraron desde que se retomó la medición el año pasado, pero advierte que "es altamente probable que estos dos productos sigan agregando volatilidad sobre la medición del IPC en lo próximo, ante la serie de problemas que se ha tenido para encuestar estos precios y la estacionalidad particular de estos servicios".
Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gemines, precisa que estos dos productos, en conjunto, restaron 0,5 puntos al IPC de febrero. Pero afirma que esto es "algo circunstancial" asociado a los efectos de la pandemia, y que "la mayoría de los precios subió, especialmente los alimentos, lo que indica que las presiones siguen fuertes".
Desde Clapes UC, Valentina Hernández puntualiza que un 69% de los productos mostró aumentos de precios en el segundo mes del año, y explica que el pan y la carne de vacuno tuvieron la mayor incidencia en el IPC, de 0,07 y 0,065 puntos porcentuales, respectivamente.
A esto, Samuel Carrasco, economista senior de Credicorp Capital, añade que, al excluir productos volátiles, el IPC aumentó 0,7% en la comparación mensual. A su juicio, "las presiones de precios son generalizadas y continúan siendo fuertes".
Claudia Sotz, economista jefa de Tanner Investments, coincide y alerta que la inflación sin volátiles revela que "aún tenemos persistencias inflacionarias que son estructurales". Defiende que "la inflación no ha cedido, dado que se siguen observando patrones de inercia locales, y que, sumado a la presión del conflicto geopolítico vía el alza de commodities, nos agregarán un shock de inflación importada que, dependiendo de la duración de la guerra, será el traspaso a nuestros registros inflacionarios".
Rusia-Ucrania
Hernández explica que el conflicto entre Rusia y Ucrania está presionando al alza los precios, principalmente de alimentos y combustibles, factor que -dice- impulsará aún más la inflación en los próximos meses. Recuerda que el conflicto "ha disparado" el precio de las materias primas a nivel global, incluyendo el petróleo, el gas y los cereales, y precisa que si bien los aumentos de los combustibles seguirán atenuados por el Mepco, "este solo retrasa el traspaso, no lo elimina".
Indica también que para el gas no existe un mecanismo que atenúe las alzas, "lo que incidirá en un traspaso directo a precios locales". Y, al ser Chile un importador neto de petróleo, dice que se puede esperar que un incremento en su precio disminuya la actividad y aumente la inflación. Así, la experta resume que "la intensidad y duración del conflicto entre Rusia y Ucrania pasaron a ser fundamentales de lo que ocurrirá con la inflación y la actividad este año".
Pablo Cruz, economista jefe de BTG Pactual Chile, coincide en que la invasión "le va a agregar mucha presión a los precios". Apunta que lo más directo es el efecto en combustibles y en algunos alimentos que dependen del trigo y el maíz, y señala que es posible que el conflicto añada complicaciones a las cadenas de producción y suministro globales, incrementando los costos de los bienes importados.
Particular es la preocupación por los alimentos: Ogaz proyecta que en los próximos seis meses esta división seguirá internalizando aumentos en estos productos, ante la importante alza en los precios referenciales internacionales.
¿Nueva alza histórica?
Aunque la incertidumbre parece ser nuevamente la norma, la apuesta es que el Banco Central seguirá siendo agresivo en sus movimientos, al menos en el alza de la Tasa de Política Monetaria (TPM) de este mes, hoy en 5,5%.
Credicorp Capital espera un incremento de 200 puntos base (pb.) en la reunión de política monetaria del 29 de este mes. Carrasco prevé el "peak inflacionario" entre mayo y junio, con un nivel en torno al 9%, y dice que luego la inflación podría disminuir, "aunque a un ritmo mucho más lento de lo esperado previamente debido al aumento en el precio de los commodities". Así, el economista contempla que el IPC cierre este año en 6,2%.
Similar es la apuesta de Inversiones Security sobre la TPM, a lo que -dicen- se sumaría otro ajuste de 100 pb. en mayo, y así "lograr reencauzar las expectativas de inflación a dos años plazo".
Cruz también prevé que el Central lleve la tasa a 7,5% este mes, pero dice que "probablemente no sea necesario subir la TPM mucho más allá de 8% para que la actividad disminuya de manera sustantiva y comience a quitar presión a los precios". Proyecta que la inflación cerrrá el año entre 7,5% y 8%, con sesgo al alza.
Sotz contempla un ajuste de 175 pb. ahora, pero advierte que si el conflicto geopolítico se extiende, la tasa podría elevarse a 8,5% hacia el segundo trimestre. De momento, proyecta una inflación a diciembre entre 5,8% y 6,2%.
Sergio Godoy, economista jefe de SFT Capital, redujo su estimación del aumento de la TPM en la reunión de fin de mes, de 175 a 150 pb. Para el cierre del año también recortó su perspectiva de IPC, de 7% a 6,6%.
Ogaz espera un aumento de 150 puntos en marzo, con un IPC cerrando el año en 8,2%. Ajustes a la TPM similares prevén Hernández y Fernández , pero este último anticipa que la inflación estaría entre 5,5% y 6% a diciembre.